En la juventud aprendemos, en la vejez entendemos..

Publicado el 18 septiembre 2021 por Snow30759

 Envejecer es parte indetenible de nuestro paso por la vida, con la vejez muchas veces se agranda nuestro entendimiento del arte de existir y la experiencia que anida en nuestra mente comienza a reflejarse en nuestra piel, agrietando nuestras manos y emblanqueciendo muertos cabellos.

El deterioro físico que trae consigo la vejez y su cercanía a la muerte siempre han preocupado al hombre, que ha buscado en la alquimia, la brujería, el cielo, el infierno e incluso la mordida de los vampiros la respuesta para detener al tiempo y evitar el irrevocable destino que tarde o temprano nos alcanza a todos por igual. 


 En 1746 el artista italiano Pompeo Batoni señaló el fin del barroco y anticipó la moderación del neoclasismo, al concebir su obra "El tiempo ordena a la vejez que destruya a la Belleza". El óleo muestra al Tiempo como un anciano, y a la vejez como una mujer decrépita, que acata sus órdenes precisas. Mientras él, con un reloj de arena en las manos la comanda a destruir sin piedad a la belleza, representada por una joven de piel nacarada. 

 La escena refleja la crueldad real del tiempo, y a la vez evidencia el magistral dominio del pincel que poseía Batoni, quien con su técnica maneja excepcionalmente las representaciones de la belleza y la vejez, otorgando una piel tersa y vivaz a una y una faz marchita a la otra. 

  La vejez y la muerte son destinos de los que, por mucho que la humanidad lo haya intentado, nunca escaparemos, y envejecer es un privilegio que destruye la apariencia joven, pero trae consigo la experiencia y la apreciación de pequeños momentos, que la juventud en su fuego ignora. La naturaleza es sabia , la vejez es el ocaso de nuestra vida, sin dejar de ser una etapa mágica con sus propias revelaciones.