Su esqueleto ya crece muy rápidamente y los huesos se empiezan a solidificar aún siendo flexibles todavía. La piel es transparente y el cuerpo empieza a alargarse cada vez más, aunque la cabeza ocupa un tercio del cuerpo del bebé. Se empezarán a general los glóbulos rojos en el feto, y se empezará a producir orina.
Los ojos se van poniendo en su lugar. Los genitales del bebé empiezan a diferenciarse, aunque en una ecografía no se podrían apreciar bien, por lo que por ahora es difícil conocer el sexo del bebé en sus 9 semanas de vida. Si es un bebé varón empezará a producir testosterona.
El bebé en esta semana se va a mover mucho, aunque la madre no apreciará estos movimientos. Lo que sí que se va a escuchar es el ritmo del corazón del bebé con un aparato ultrasonido.