EN LA TRASNOCHADA Por María Jesús Mayoral Roche Semana del libro En Villamayor de Gállego, 24 de abril de 2013En esta trasnochada de la semana del libro pienso que hacemos ver que leemos mucho y que hasta nos volvemos por unos días intelectuales. Digo esto y lo dejo caer así, porque la realidad es que en este país no sólo se lee muy poco; sino que además se siente desprecio por la cultura. Esta afirmación tan categórica no es mía, pero estoy totalmente de acuerdo con ella. Quienes afirman esto, o lo dejan entrever en sus artículos semanales, son los académicos Muñoz Molina y Pérez Reverte. Otro que viene a decir que la cultura ha muerto o está agonizando es Vargas Llosa. Hace unos años, no muchos, para ser académico de la lengua había que dar la talla. Claro que esto de dar la talla literaria, en según qué casos, es muy subjetivo. También es cierto que en aquella época los que ocupaban un sillón en la Academia de la Lengua eran eruditos y hombres de gran bagaje cultural. El nivel puesto por estos vetustos hombres de la cultura fue el mayor obstáculo para Francisco Umbral. Y es que Umbral era muy criticado en sus modos y tachado a menudo de grosero, maleducado y sobre todo políticamente incorrecto; pero esta crítica no le dolía al escritor, lo que le dolió fue la exclusión. Yo creo que murió con esa espina, bueno, y con otras. Hoy por hoy, si Juan Luis Cebrián o Ansón ocupan un sillón, mucho más merecido lo tenía Francisco Umbral. También he de decir que en los tiempos que corren es cuestión de política y la política premia más a los tontos que a los listos. Y lo cierto también es que un idiota con título se nota más, da más la nota y la talla. La política termina idiotizándolo todo, así vamos. Umbral se merecía ese sillón por otros muchos motivos, entre otros haber reconocido y rescatado la lengua viva de la calle, recopilarla; fue un meritorio inventor de palabras y genial articulista, ya sólo por esto se merecía ser académico. Y aunque estoy de acuerdo con Muñoz Molina y Pérez Reverte –ambos académicos de la lengua- en ese desprecio que siente el pueblo español por la cultura, añadiré que estos dos tampoco hacen mucho más por ella. Me hice seguidora de la Real Academia de la Lengua por Twitter, esto es algo que os recomiendo, ya que las actualizaciones son constantes y hay que estar al día de los cambios; de paso tampoco viene mal recordar la gramática y la ortografía. Y no sólo eso, además, lanza el enlace de los académicos que escriben artículos en los semanales. Yo que no compro periódicos, me viene muy bien este sistema de estar al día de lo que escriben estos académicos que se quejan tanto de la cultura en España. Aunque yo creo que escriben un par de carillas para cubrir el expediente y nada más, sin entusiasmo ni alardes del lenguaje. Se me ha olvidado mencionar a otro académico que también se une a la queja del desierto cultural español, Javier Marías; éste lo hace con ese cinismo de la Gran Bretaña, lo hace ridiculizando al patán de turno de los medios de comunicación.Esto de ser académico, escritor y articulista tiene su inconveniente, me refiero a eso de dar la talla; esa talla que le exigían a Paco Umbral. Por otra parte enarbolar la defensa de la cultura conlleva un compromiso social, el de aportar nuevas teorías en literatura e innovar en los diferentes campos de la escritura. Y en esto, estos tres mosqueteros de la cultura, andan un poco despistados. Celebré que Twitter me anticipara un artículo de Muñoz Molina sobre el Ulises de Joyce, me apliqué al cuento de leerlo con avidez para finalmente caer en la decepción, nada nuevo sobre la magna obra del irlandés. En otra ocasión, Pérez Reverte le dedicó su artículo semanal a una perra perdida en el metro, arremetiendo de paso con una sarta de improperios a los trabajadores del metro. Y por último Javier Marías, que cada día chochea más. El último artículo que leí de él, contaba lo que le aconteció en Londres durante la nevada que paralizó el aeropuerto y el incidente que tuvo con el personal que le retuvo registrándole el equipaje de cabina que llevaba. Me pareció un artículo de una pobreza literaria e imaginativa digna del recuerdo, por eso lo cuento aquí. Estos tres académicos que deberían ser los titanes actuales de la cultura, ellos que la defienden tanto, ellos que denuncian el desprecio que se siente este país por ella… Pues, en fin, yo que los sigo por Twitter no dejan de defraudarme un día sí y otro también. Y esto lo quiero argumentar, por supuesto. En referencia con el artículo sobre Joyce de Muñoz Molina, diré que no aporta nada nuevo y que cualquier bloguero de los que andan por Internet aportaría alguna visión nueva e interesante sobre esta obra. Los exabruptos que utiliza en sus artículos Pérez Reverte o su derroche de soberbia, a mí personalmente, me ofende. Hay muchas formas de decir las cosas, muchos recursos literarios, Lo cierto es que cuando Arturo se pone sentimental no es mucho mejor. Y sobre Javier Marías, yo creo que de seguir escribiendo nimiedades sin trasfondo, sin aportes literarios, mejor que lo deje en espera de alguna nueva inspiración. Sinceramente yo cada vez lo veo más agotado, seco.Y sí, ya digo, que estoy de acuerdo con ellos. Es evidente que en este país se siente desprecio por la cultura y para demostrarlo formularé una pregunta ¿Cuántos en españoles han leído El Quijote? Lectura que en este país debería ser obligatoria; pero aquí somos más cultos que nadie y en lugar de leerla se estudia y a otra cosa. ¿No es genial? Tener que estudiar la obra de Cervantes, profundizar en los capítulos de El Quijote sin leerlo. Pero somos así, que lo lean otros…