En Amantaní Pueblo debíamos ir a buscar a Amadeo Cari que es el comunero en cuya casa algunos de los pasajeros de EXPLORANDES se solían hospedar. Pegamos la subida (tremenda con el peso de las mochilas) desde el puerto y llegamos a la casa. Don Amadeo se había ido a Taquile pero su esposa nos atendió. No había ningún turista hospedado ese día así que teníamos el hogar para nosotros. Esta casa es de lejos la mejor y la más cómoda que haya conocido en mis viajes a las islas. Aunque claro, la atención y el cariño con el que me atendieron fue el mismo. Tomé una habitación con vista al lago. Era una epifanía.
Subiendo hacia Amantaní Pueblo
Comí y en la tarde nos fuimos al PACHATATA (el sitio más elevado de Amantaní desde donde se tienen unas vistas descomunales del lago) a ver el atardecer. Había muchos turistas y conversé con los amigos de Roger, también guías, que eran muy graciosos. En un momento toda la gente reunida allí se quedó en silencio cuando vimos en el poniente la luz del sol diluyéndose al otro lado del mundo; una flama con forma a crepúsculo; un fabuloso incendio desbocado en algún sitio desconocido; allí donde nuestros sueños y preguntas nos ha llevado desde que el hombre es hombre. Dentro de mí pensaba en lo mucho que tenemos y en lo poco que hemos cambiado desde que hemos empezado a poner nuestra venenosa huella en esta tierra. Hoy tenemos tanta ciudad, tanta modernidad, tanta tecnología y sin embargo seguimos siendo los mismos que hace miles y miles y miles de años se sentaban a ver un atardecer y llenaban sus almas de preguntas ilimitadas, del temor a la ausencia de respuestas.
Atardecer en el Titicaca, visto desde el Pachatata de Amantaní
Casi al anochecer Roger salió con sus amigos guías a una fiesta en el pueblo y yo preferí quedarme leyendo. Hasta que el telón de sombras cayó sobre el mundo y al rato salió la luna como una moneda refulgente que hacía que todo sea visto y sentido. Salí a caminar. La isla era un naufragio de luz; guardé mi linterna, no la necesitaba con todo ese esplendor. Caminé por las calles desoladas y pacíficas de la isla y a los lejos se oía la música de las quenas que animaban la fiesta. Me fui a dormir. El amanecer en el lago Titicaca debe ser uno de los espectáculos más fantásticos de todo el universo. A las 05 am abrí las cortinas y allí estaba todavía la luna, esta vez algo traslucida y pálida. En algún lugar el sol empezaba a teñir todo de un débil color rosado hasta que recuperó completamente su reino y amaneció completamente. Tomamos un desayuno descomunal y me despedí de la señora Cari. Con Roger cruzamos caminando toda la isla para ir hacia el puerto de Occosuyo donde nos esperaba la lancha de la agencia Collasuyo Tours.
Puerto de la isla de Amantaní
Subimos y en menos de 2 horas llegamos al puerto de la bella isla de Taquile. Desde allí hay que ir cuesta arriba por un camino que al principio se hace algo difícil así que anda despacio y tómate tu tiempo. Llegué hasta la plaza y me fui al centro artesanal de la comunidad donde conocí a PABLO HUATA CRUZ que me indicó algunas cosas sobre el trabajo en comunidad y compré unos guantes muy bonitos (recomendado comprar en Taquile, su arte textil está considerado PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD). Nos fuimos a comer sobre la parte alta de la isla. Una trucha exquisita bien acompañada de unas cervezas mientras que Roger y su amigo Alfonso me explicaban sobre pócimas y rituales para espantar o hacer el mal o para atraer la suerte y el amor.
Plaza de Taquile en el lago Titicaca
Volvimos a la lancha y a las 04 pm ya estábamos de regreso en Puno. Carlos y Demetria me recogieron de nuevo y me hospedé en el mismo hotel y en la noche me invitaron a cenar, fue una velada muy bonita. Me despedí de mis nuevos amigos y prometí volver para hacer la expedición hacia unos cañones en AZANGARO donde se piensa hacer un recorrido que EXPLORANDES piensa vender en el futuro y que dará que hablar. Me fui a hacer la mochila y a dormir... al día siguiente debía levantarme muy temprano... una antigua y hermosa ciudad perdida en el altiplano esperaba por mí...PabloDATOS UTILES
- Collasuyo Tours. Teodoro Valcárcel 155 – 051 368642 collasuyotours@hotmail.com Es otra buena agencia con tours en las islas. Recomendadas, sobre todo porque trabaja con Occosuyo que es uno de las comunidades (la otra es Amantaní pueblo) con mejor infraestructura para las visitas.