Cobertura de Espectadores.
El amor no reconoce barreras culturales, o sí pero siempre encuentra la manera de burlarlas… En pocas palabras, éste es el leitmotiv de En las nubes, película de Marcelo Mitnik que los programadores de la 17ª edición del BAFICI incluyeron en la muestra de cortos argentinos (25 en total), y que se proyectará en tres funciones de la segunda semana del festival. La historia protagonizada por Jeremy Glazer, Martín Piroyanski, Valeria Blank y Verónica Hassan evoca el recuerdo de otras comedias románticas -por ejemplo los largometrajes 2 días en París y Dos días en Nueva York de la francesa Julie Delpy- donde los desencuentros de tipo idosincrático parecen atentar contra la labor de Cupido.
En este caso, el choque se produce entre las mentalidades argentina y estadounidense, y la mayor discrepancia gira en torno al fenómeno de la propuesta matrimonial: costumbre cavernícola y/o ilusión de película para quienes habitamos estas tierras; instancia formal en el camino hacia el altar para los gringos según plantea Oliver, el personaje de Glazer.
En tren de comparaciones, Mitnik se revela menos ácido que Delpy a la hora de abordar las alteraciones que localismos lingüísticos y culturales provocan en la definición del amor en tanto sentimiento, práctica, idioma universal. De ahí las altas probabilidades de que En las nubes guste especialmente a los fanáticos de las comedias románticas blancas como las inolvidables Tienes un e-mail y Sintonía de amor que escribió la fallecida Nora Ephron.
Además de relatar otro enfrentamiento entre un Cupido universal y los localismos del amor terrenal, En las nubes le rinde homenaje a un género cinematográfico en general subestimado por la crítica profesional y por los promotores/defensores del cine de autor. Es posible que su proyección en el BAFICI provoque disgusto en los espectadores convencidos de que este festival constituye -o debería constituir- un refugio contra la invasión de producciones hollywoodenses y similares.