Este joven de cernícalo se ha buscado un posadero estratégico, están segando el prado sobre el que pasa el tendido telefónico. En esta época del año es cuando se suele realizar la primera siega en los campos gozoniegos.
Con la actividad de las máquinas un montón de pequeños animales son obligados a salir de sus refugios: insectos, reptiles, micromamíferos...el pequeño cernícalo aprovecha la circunstancia. Y demuestra ser particularmente hábil, en uno de sus picados de caza desde el cable al suelo captura lo que parece ser un pequeño ratón o una musaraña, tras darle unos golpes para matarlo lo devora en un momento.
Esta repentina disponibilidad de presas fáciles es muy importante para los jóvenes de cernícalo y otras rapaces durante unos momentos claves de su existencia: los primeros días de libertad. De otra manera, aún inexpertos, tendrían mucho más difícil ganarse la vida. De esta manera van aprendiendo a cazar y a sobrevivir en los días difíciles que están por llegar.