Qué fácil es la manipulación mediática. Cuando en realidad se trata de sátira, de mal gusto, que intentan reírse de las estupideces que siempre han dicho personajes como la Cifuentes, la Aguirre, este de Valencia, que no recuerdo el nombre, el que se inventó un escrache, dirigente del PP, joder, que no me acuerdo del nombre... Ah ya, González Pons y hasta el presidente en funciones, también lo dice, que todos somos ETA, todos los que no somos como ellos, gente, “seria”, “decente” y “honrada”.
No hace tanto, que Jiménez Los Santos habló de disparar con la escopeta contra los de Podemos, algún concejal del PP, llegó a decir de volarle la cabeza a Pablo Iglesias. Ahora se estrena en Madrid un musical que hace apología del terrorismo falangista, que ensalza la figura de un terrorista como fue José Antonio Primo de Rivera y ahí no pasa nada, porque la apología del terrorismo va por barrios. Los mismos que defendían a Botella, cuando las cinco chicas muertas en el Madrid Arena, ahora quieren linchar a Carmena.
Y está claro que el terrorismo franquista sigue vivo, coleando y gobernando y mientras en los países democráticos a la cárcel van los delincuentes, en España, los titiriteros y tuiteros.