Valeria es escritora de historias de amorValeria vive el amor de forma sublimeValeria tiene tres amigas: Nerea, Carmen y LolaValeria vive en Madrid.Valeria ama a Adrián hasta que conoce a Víctor.Valeria necesita sincerarse consigo misma.Valeria llora, Valeria ríe, Valeria camina…Pero el sexo, el amor y los hombres no son objetivos fáciles.Valeria es especial.Como tú.
Si me lo hubierais dicho hace un par de meses, nunca hubiera creído que terminaría leyendo esta novela. No sé si ha sido su forma de venderla o algunas comparaciones que he leído que la ponían como el “Sexo en NY a la española”. Para mí no hay mejor manera de desanimarme porque es una serie que no soporto (tampoco lo he intentado demasiado, la verdad) y con situaciones con las que no me siento identificada en absoluto. Ni quiero, sinceramente.
Pero claro, fui viendo como la gente iba terminando la saga, lo bien que lo pasaba…. Y pensé ¿Por qué no puedo ser como los demás? Quizá no fuera del todo mi estilo, pero para criticar hay que conocer, así que a la espera de encontrar algo muy ligero que me entretuviera un par de días me lancé a la piscina del mundo de Valeria.
¡Y qué chapuzón, Dios mío! De repente me encontré con que todos mis prejuicios no tenían fundamento, y cuando quise darme cuenta estaba totalmente enganchada a una novela de la que no había querido ni oír hablar. No solamente era fresca y divertida, sino mucho más realista y bien escrita de lo que yo habría esperado. Ni siquiera aunque leyera habitualmente estos géneros me sentiría menos sorprendida.
¿Por qué? Pues porque Valeria podría ser yo. Abierta, sentimental, ligeramente mal hablada y un poco loca. Incluso tiene mi edad, solo que ella es una escritora novel casada desde los 22 (que locura) y con un grupo de amigas que todos podríamos tener. Porque todos conocemos a alguna Nerea (demasiado pulcra y obsesiva, demasiado “mayor” para ser tan joven), una Carmen (que no esconde lo que piensa, que te ayuda cuando lo necesitas y que si va contracorriente no le importa mucho) o una Lola (absolutamente loca, promiscua pero con dignidad y muy independiente).
Y no todas ellas son perfectas, divinas de la muerte y triunfadoras: si beben de más, tienen resaca; se levantan por la mañana con el rímel corrido y pelos de bruja; y si se pasan con la comida, engordan. Vamos, como todos.
¿Pero de que va realmente la novela? Pues de las vivencias “normales” de Valera y sus amigas, con sus problemas y alegrías. Valeria acaba de dejar su trabajo por dedicarse a la escritura tras la publicación de su primera novela, y se encuentra en un vacio creativo. Los tiempos se acaban y aun no ha escrito una sola palabra que le guste. La relación con su marido está cada vez más deteriorada, hace meses que no se tocan y a él parece interesarle más su trabajo que lo que sienta ella. Y luego aparece en su vida Víctor, que parece querer ponerlo todo patas arriba…
Claro que el hecho de que sea Valeria quien nos cuenta la historia en primera persona todas las vivencias no impide que su historia quede a veces relegada por sus amigas, que no tienen tampoco una vida de rosas: Nerea, tan cuadriculada que no termina de encontrar al hombre que “encaje con su vida”; Carmen está enamorada de un compañero de trabajo; y Lola, a pesar de ser una devora hombres, tiene una relación destructiva con un chico que no va dejar a su novia por ella (aunque igual ella no quiere que lo haga).
Todos los personajes están bastante bien construidos, desde Valeria que se define a sí misma en primera persona, pasando por sus amigas u otras personas que van pasando por su vida. Mitad por sus actos, mitad por las impresiones que Valeria tiene de ellos, los conocemos casi en profundidad sin necesidad de descripciones tediosas. Únicamente se molesta en ponernos en antecedentes del pasado de sus amigas y familiares, pero el resto nos deja que lo descubramos a la vez que ella.
Me gustaría hacer un inciso, porque ahora ya investigando en profundidad, he encontrado personas que no les ha gustado el personaje de Valeria. Que les ha parecido inmaduro y egoísta, y les ha cansado alguna de sus historias. Sin embargo, yo lo veo muy real. Porque es una situación que podría pasarle a cualquier mujer (exceptuando tal vez que casi ninguna llegará a publicar una novela), con sentimientos que muchas hemos tenido. Lo que si puede deferir es la forma de actuar, o como los acontecimientos se hayan podido ir poniendo de nuestro lado o no.
Evidentemente toda la novela está tratada de forma muy sencilla, coloquial y cercana. Llena de humor y de diálogos chispeantes, pero que a la vez resultan muy naturales y creíbles. Esto la hace encuadrarse más en el género chick-lit, que en el erótico que ha sido encuadrada a veces. Es cierto que hay escenas de sexo, bastante explicitas por cierto, pero no por ello me dejaría llevar por un término que no es.
Además, la amistad tiene un punto muy importante en la novela y es que es muy inspirador ver como las cuatro, a pesar de sus diferencias, forman una piña cuando es necesario apoyar a alguna de ellas en un mal momento. Por ello, a pesar de que el elemento amoroso predomina en sus preocupaciones, también tiene “un algo más” que lo aleja de lo monotemático.
Puede que la novela no sea muy original, de hecho he encontrado hilos que se repiten en otras obras que he leído hace tiempo. Pero sin embargo empatizas rápido con los protagonistas y te entretienes con sus anécdotas. Incluso yo he llegado a soltar alguna carcajada, porque ha habido frases y situaciones que me recordaron a otras vividas por mí.
¿Irrealidades? Las hay en todos los libros. La primera: Víctor. Suele ser bastante habitual colocar a un protagonista masculino idealizado, pero creo que aquí lo está de más. Me refiero a físicamente, porque en el comportamiento, puede dejar un poco que desear (lo que le ayuda a salir del “hombre ideal que toda querríamos”). Y la segunda es que a sus 28 años, TODAS tienen trabajo. Es cierto que Valeria lo ha dejado, pero lo tenía. Ahora preguntadle a mis compañeros de promoción. O a los del instituto.
Y el final, como no podía ser de otra manera, queda abierto para las siguientes partes. No tanto como para sentirte indignada, pero si lo suficiente como para picarte la curiosidad de pasar a Valeria ante el espejo. Ahora mismo os diría que estoy deseando leerlo… pero es que no he podido esperar siquiera a escribir la reseña.
Así que después de haberme resistido a leerla y luego haber caído (en menos de 24 horas ya estaba leído), no puedo dejar de recomendaros la novela. Es entretenida, llena de humor y cotidaneidad, donde seguramente pasareis un buen rato.