El gobierno de un país es algo muy serio para dejarlo en manos de esta gente.Hace un tiempo colgué por aquí un post que titulaba “En manos de quién estamos”.No soy economista ni Cristo que lo fundó, pero he vivido 83 años y he visto mucho político por ahí para no saber de qué hablo.Rajoy es un registrador de la propiedad, lo más conservador que se puede ser en la vida, que sólo se ha interesado realmente por el fútbol y el ciclismo y cuyo nivel de interés científico se halla a la altura máxima de Gonzalo Fernándes de la Mora.¿Cómo es posible que un tipo así dirija los destinos de este país, ahora, precisamente ahora, cuando estamos a punto de hundirnos definitivamente y que, para resolver los problemas se eche en manos del tío que fue presidente de Lehman Brothers, la culpable de toda la crisis que asoma al mundo, para la península?Sólo en un país de pandereta como éste se puede hacer algo así, basta con mirar a la vecina Italia para ver como allí echaron a patadas a un tío que sabía más que éste de finanzas por la experiencia de sus empresas y pusieron el problema en manos de un experto de verdad.Aquí, Guindos y el siempre sonriente Montoro sólo nos pueden llevar al desastre en el que parece que ya nos hemos instalado sin remedio si tiene razón este economista, Centeno, al que nadie del Gobierno se atreve a contradecir.A continuación transcribo lo que éste dice en El Confidencial, diario conservador donde los haya. Y el que separa rezar, que lo haga: Rehn le da igual que Rajoy incumpla todo. El Confidencial, 19 de noviembre de 2012.“Justo cuando hasta el BdE alerta de que la situación económica es peor que la de 2008, justo cuando los indicadores de actividad y demanda se están desplomando y los PMI de Servicios e Industria (el 80% del PIB) señalan que lo peor está por llegar, aparece Olli Rehn para decir que Rajoy, cuya única política consiste en el expolio masivo a familias y empresas para mantener lo más intacto posible el despilfarro público, lo está haciendo muy bien y que le importa un bledo que incumpla todo lo que prometió.Rhen ha dejado desconcertado a todo el mundo. “¿Cómo puede decir que España no necesita más medidas justo cuando la Comisión acaba de decir que no cumple nada?”, han dicho, asombrados, Merrill Lynch y otros. La razón de la sinrazón es que se trataba de “una invitación amistosa” a Rajoy para que pida de una vez un rescate; y, para animarle, Van Rompuy nos acaba de quitar 20.000 millones de ayudas agrícolas.No era una palmadita, era una puñalada. En Bruselas están de Rajoy hasta el gorro. Pero si ellos están hasta el gorro, calculen cómo estamos los españoles. Si hubiera pedido el rescate jamás nos habrían quitado un céntimo en los Presupuestos de la UE; si hubiera pedido el rescate el Tesoro, que ha tenido que endeudarse en más de 120.000 millones desde el verano, habría reducido al menos dos puntos los intereses pagados. Esto significa que la decisión de este irresponsable, que pone sus prioridades electorales por encima de las de España y las de toda la eurozona, nos costará a los españoles 22.000 millones de euros anuales durante años. Con un país cada día más empobrecido, con seis millones de parados, con un 25% de los niños viviendo por debajo del umbral de la pobreza, Rajoy simplemente no tiene derecho. El drama para nosotros es que el expolio a familias y empresas es ya insoportable, pero mucho más grave, si cabe, es que el endeudamiento y los intereses son ya inasumibles (el servicio total de la deuda de las AA.PP., intereses más amortizaciones, superará los 130.000 millones en 2013). Han arruinado a España para varias generaciones, y, mientras el despilfarro sigue imparable, los impuestos y las tasas no dejan de subir -Ana Botella acaba de subirnos el IBI una salvajada, hasta un 15%, y reduce la recogida de basuras a tres días a la semana, mientras mantiene sus cinco secretarias, sus dos chóferes y su mayordomo para que le sirva el café- y la renta disponible no cesa de caer desde 2010. Desde que gobierna Rajoy, las familias han perdido casi la quinta parte de su riqueza, según un reciente estudio de Credit Suisse. La mayor pérdida, con diferencia, de toda la zona euro.El desastre de Eurostat, donde nadie comprueba nadaEurostat, la Oficina Estadística de la UE, cuyos funcionarios son los mejor pagados de Europa y que protagonizó en tiempos de Solbes el mayor caso de corrupción de la ciudad más corrupta del planeta (Bruselas), está integrada por una legión de inútiles que no comprueban un solo dato, aceptan lo que viene de cada país como si fuera la Biblia y así pasa lo que pasa. Por ejemplo, que Grecia estuviera diez años mintiendo en todas sus estadísticas (España lleva cinco), algo que era bien conocido y había sido reiteradamente denunciado en la propia Grecia, no fue “detectado” por estos insensatos hasta que llegó el desastre: Atenas estaba en suspensión de pagos. Y en Bruselas ni siquiera consideraron necesario cortar cabezas en Eurostat.España es lo mismo: todas los cifras macro desde 2008 son falsas. Desde el PIB al paro, pasando por el déficit o por los balances del sistema bancario. Empecemos por el PIB: en 2007, último año del boom, el PIB en euros fue de 1.053 billones; la construcción aportó ese año 112.000 millones de euros con 650.000 viviendas terminadas. En 2011 se terminaron 155.000 más, un 76% menos. El índice de producción industrial pasó de 113 en 2007 a 82 en 2011, una caída de un 27%. En 2011 había 3,6 millones de parados más que en 2007 y, en todas las ramas de actividad, esta se había hundido. ¿Y saben qué nos cuentan los señores del INE, a quienes pagamos con nuestros impuestos? Pues que el PIB de 2011 es mayor que el de 2007. No tienen vergüenza. Y Bruselas ni lo comprueba. El déficit del Estado a septiembre ha sido de 46.100 millones de euros, y el objetivo del año es de 47.200; en el mismo periodo 2011, el déficit fue de 37.500 millones y el de fin de año de 53.000; una extrapolación optimista nos llevaría a 61.500. Optimista, porque la consolidación fiscal se suponía que se centraría en la reducción del gasto corriente, y éste ha subido el 11,8% a septiembreSi ahora cogemos las cifras de la central de balances del BdE y las comparamos con las de Contabilidad Nacional coincidentes hasta 2008, ¿qué ocurre? Pues que en los últimos doce meses el resultado ordinario neto de las empresas (descontando amortizaciones y gastos financieros) cae un 20%. La incoherencia es absoluta. Si cogemos la evolución de parámetros fuertemente correlacionados, por ejemplo, las cifras de consumo de gasóleo-automoción, correlacionadas casi al 100% con las de PIB, o las del consumo de electricidad, correlacionadas algo menos, las coincidencias son totales hasta 2008. Desde entonces, han caído tres veces más que el PIB oficial. El PIB lleva cinco años sobrevalorándose una media del 2,2% anual, es decir, que el PIB real de 2012 es en realidad un 11,4% inferior al oficial. Más en concreto, la economía a día de hoy no está cayendo al 1,4%, sino al 3,6%.En el caso del paro, para que en la EPA una persona sea considerada parada es necesario que durante la semana de referencia “haya estado buscando activamente empleo”; en caso contrario, el INE la clasifica como inactiva. Pero ocurre que una cifra de entre 400.000 y 500.000 personas, normalmente jóvenes con estudios terminados que viven con sus padres, aburridos de hacer gestiones infructuosas, no han hecho en esa semana concreta ninguna gestión; son “los parados desencantados”, en palabras del BdE, que ni los estima ni los incluye en ningún sitio. El resultado es que las cifras de la EPA están infravaloradas en, al menos, 400.000 personas. En concreto, frente a una cifra oficial de parados de 5,8 millones hasta septiembre, la cifra real es de entre 6,2 y 6,3 millones de parados. Es absolutamente escandaloso que, ante descuadres tan clamorosos, Eurostat no realice una auditoría a fondo para investigar cómo se hacen los cálculos de Contabilidad Nacional. Y más inaceptable si cabe, que instituciones privadas, que publican periódicamente análisis sobre la economía española como el BBVA, acepten como verdaderas cifras que saben manifiestamente falsas y después razonen sobre ellas. Supongo que los análisis internos serán los reales, porque, si no lo son, deberían poner en la calle al Servicio de Estudios al completo.Las mentiras del déficitEl objetivo de déficit 2012 quedó establecido en el 6,3% del PIB. Pero ahora llega Rehn y dice que si es un 8%, la última cifra estimada por la Comisión, tampoco pasa nada (¡la que le montó el PP al indigente mental por lo mismo!). Pero es que ni 6,3, ni 8%, ni nada parecido. El déficit del Estado a septiembre ha sido de 46.100 millones de euros, y el objetivo del año es de 47.200; en el mismo periodo de 2011, el déficit fue de 37.500 millones y el de fin de año de 53.000; una extrapolación optimista nos llevaría a 61.500. Optimista, porque la consolidación fiscal se suponía que se centraría en la reducción del gasto corriente, y este ha subido el 11,8% a septiembre; optimista porque, con la inflación desbocada (3,5% a octubre) y la concentración del ajuste fiscal a fin de año, lo que queda será peor.Sin embargo, ahora llega Rajoy y dice: “Hay que bajar el déficit como sea”. Y tiene razón el presidente porque, si después de haber expoliado a muerte a familias y empresas el déficit no baja, ¿cómo va a decir que hace lo correcto? Así que Montoro, atento a los deseos del jefe, que en lugar de sustituirle hace la vista gorda en lo de sus amigos de la solar (que nos costará 1.000 millones de euros/año), ordena a Loterías que se endeude en 6.000 millones, que se los dé, y zas, el déficit del Estado baja en esa cifra, y además “aquí no se paga un euro a nadie excepto a nosotros mismos”. Y no están incluidas las pérdidas por las ayudas a instituciones financieras, algo que es simplemente de cárcel. ¿Cómo puede el Gobierno dedicar decenas de miles de millones a salvar bancos inviables, expoliando a una nación arruinada y al borde del desastre?Y luego vienen CC.AA. y Ayuntamientos. Vamos a ver, presidente, si no conoce los descuadres de las CC.AA., porque el descontrol es total, ¿cómo vas a saber los de los demás? Lo que sí sabemos es que hemos tenido que rescatar a estos señores en vez de meterlos en la cárcel, y que nos ha costado 60.000 millones. Y da igual cómo Montoro cocine esa cifra: esos 60.000 millones de “adelantos”, que no recuperaremos, son déficit. Y además, el 1,5 + 0,3= 1,8% del PIB oficial, o sea 60.000 + 18.900= 78.900 millones, sin contar los cajones llenos de facturas. Luego, la Seguridad Social: los gastos aumentan al 3,2% y los ingresos caen al 2,5%, los gastos en desempleo han subido un 7,5% en septiembre, que compara con una previsión de descenso del 5,5% para todo el año. ¡Unos fenómenos presupuestando!. El desfase será de unos 3.000 millones.Sumemos: déficit Estado estimado con datos a septiembre, 61.500. Luego, la escandalosa subvención al sistema financiero, pero a efectos de déficit hay que considerar lo entregado, no todavía la salvajada comprometida y avalada. Y aquí hay un nuevo problema: con muchos meses de retraso nos enteramos de que 11.000 millones de dinero del FROB no son recuperables, por lo que son déficit 2011, pero no se incluyeron. Si lo incluyen, aún no sabemos qué harán, el déficit oficial de ese año será del 10,4%. ¿Se acuerdan en mayo cuando el Gobierno envió a Bruselas el déficit definitivo del 8,5%? ¿Pero cómo los mercados siguen confiando en estos trileros? Y, ahora, lo entregado en 2012: lo que sabemos a ciencia cierta son los 9.000 millones a Bankia para capital y pérdidas del ejercicio, aunque será mucho más. Seguridad Social, 3.000 millones, y CC.AA. y Ayuntamientos, 78.900. Total, 152.400.Este es el dinero que estos insensatos han gastado de más en 2012. El cómo lo financien, o todas las mil y una trampas que se les ocurran para ocultarlo, da exactamente igual. Esta es la cifra en dinero que sale del bolsillo de los españoles actuales, y financiado en casi su totalidad por la banca española. Luego, como porcentaje del PIB. Si cogemos el oficial, que será del orden de 1.028 billones, estamos en el 14,8% del PIB; si cogemos el PIB real, unos 900.000 millones, estamos en 16,9%.El tema lo centró Draghi perfectamente en una conferencia pronunciada en la Universidad Bocconi (Milán) la semana pasada. Tuve la suerte de asistir. Afirmó, entre otras cosas, que “la consolidación de cuentas por parte de España es inaplazable y debe basarse en una reducción del gasto corriente y no en un aumento de impuestos”. En privado, Draghi está que trina contra Rajoy, al que considera un irresponsable total. Su política económica es justo lo contraria de lo que España necesita: ha destruido 500.000 empleos en nueve meses, profundiza la depresión y destruye la economía productiva. La prima de riesgo volverá a superar los 600 y la deuda de España se hará insostenible”.