Circular en una motocicleta de 125 resulta ágil, flexible, cercano, contamina menos y ocupa menos espacio urbano. Todo son ventajas si lo haces con prudencia. En nuestra tierra el clima favorece.
Te conviertes en un espectador privilegiado del tráfico, del modo en que circulamos por nuestras ciudades o carreteras. Y la verdad es que el panorama es desolador. Respetamos poco la señalización y el comportamiento de los conductores de coches es asombroso, no ya por usar el teléfono, sino por su falta de atención, por la facilidad con que se distraen.
Si la Guardia Civil, sin uniforme, patrullara en estas motos…los puntos de carné desaparecerían por millones.