En órbita – @ZayasTruelove

Por De Krakens Y Sirenas @krakensysirenas

Si me ves con la mirada perdida,

embelesado en la noche,

no preguntes por mis ojos,

pregunta por la dirección de mi corazón.

Pregunta por la órbita de mi alma.

Hace ya años, el pequeño Tycho Brahe levantó la vista al cielo desde su cuarto porque no podía conciliar el sueño, en su mente únicamente había imágenes y luces de colores surcando su cordura de punto a punto. Levantó la cabeza para contemplar la noche y se le encogió el corazón. De golpe, miles de preguntas llegaron a él, se vio a si mismo ahí, asomado al alfeizar de un trozo de piedra mirando la inmensidad del tiempo.

¿Quién soy yo en verdad? ¿Soy Tycho? ¿Soy el hijo de mis padres y el amigo de mis amigos? ¿Estoy sólo en el mundo o el mundo está conmigo? ¿Respiro para trascender o quiero trascender por miedo a morir? ¿Cómo puedo vivir tranquilo si el tiempo es finito? ¿El tiempo es finito o es la mente humana la que limita mi ser y mi vida?

Quiero saltar el vacío y sentir el frío del espacio más profundo, pero, si salto, voy a morir, y si muero no podré trascender y ser recordado. ¿Quiero ser recordado por las personas que viven a mi lado? No, únicamente quiero que me recuerden esas pequeñas brillantes de ojos blancos que me miran cada noche sin juzgarme como persona, como vida, como tiempo.

¿Y si de todas esas pequeñas heladas e inmóviles una fuera mi preferida? ¿Y si de todas ellas una me quisiera y luchara por mi hasta el fin de los tiempos? Hasta que se congele el mundo o ardan las galaxias quiero vivir junto a una de ellas, la más especial, mi estrella; mi princesa de ojos plateados, de piel fina y blanca como el polvo estelar.

Pasé toda la noche soñando con el mañana, deseando que las estrellas pararan de girar en la órbita celeste para poder contemplarlas hasta quedarme sin aliento. Pero llegó el amanecer y con ello dejé de sentirme tan sólo y al mismo tiempo tan querido como aquella noche.

El pequeño Tycho Brahe al día siguiente decidió cambiarse el nombre por el nombre de todos y cada uno de los niños del mundo al mismo tiempo. Puesto que se percató de que nunca podría vivir hasta la eternidad en la tierra, quiso vivir dentro de cada una de las mentes inocentes y ávidas de sueños que habitarían la tierra con el paso de los años. Su sueño fue hacer que cada una de las nuevas generaciones se hiciera preguntas cuando levantaran la vista a lo desconocido. Su testigo, un pequeño dibujo de la órbita que vio aquella noche de amor infinito con el cielo. El giro de la vida a lo largo de los años, el giro de los sentimiento de una persona a lo largo de su vida.

Y claro, ahora yo con 23 años echo la vista atrás y veo a aquel niño, lleno de ilusión y con ganas de arreglar las cosas en el mundo, aquel niño que luchó por ser feliz y transmitir su sentimiento a cada una de las personas que habitan esta tierra y andan perdidas.

Y yo me pregunto…

¿Qué es la felicidad? La felicidad está de la mano de la persona que amas, la felicidad está en una tarde de navidad recorriendo las calles congeladas de tu ciudad mientras sonríes porque estás a su lado. La felicidad es una siesta de verano besando su cuello mientras suena en la radio esa canción progresiva que tanto te gusta, y luego tomas un helado de vainilla para aliviar el calor, o . La felicidad es saltar al vacío sin miedo a leyes ni a nostalgias. La felicidad es morder sus labios como un niño pequeño cuando prueba un melocotón dulce y disfruta hasta más no poder. Felicidad es una tarde de frío en invierno con sus brazos rodeando tu cuerpo, ver una película y sentir su calor llenando tu ser. Felicidad es ese aroma femenino que te hace llorar de alegría cuando lo recuerdas a solas en una habitación de hotel perdida en medio de la vieja Inglaterra lejos del hogar. Felicidad es la cadencia aromática del giro de su pelo cuando te mira al llegar. Y mil cosas más que guardo en secreto para mí y para mi pequeña brillante de ojos blancos, la única que me escogió en medio del caos del tiempo y el espacio. La única a la que he confiado mi vida. La única por la que escojo morir y ser recordado.

Tenemos que creer en las personas, en las ganas de vivir y de soñar.

Tenemos que sonreír y amar.

[ Para los amantes de la música, he aquí un sentimiento – Shine On You Crazy Diamond – Pink Floyd ]

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