
Si algo funcionó a la perfección durante el rodaje de Easy Rider (1969) fue la profunda conexión entre sus protagonistas. Dennis Hopper (director, guionista y protagonista), Peter Fonda (guionista y protagonista) y Jack Nicholson (en un de sus papeles secundarios más legendarios) formaron un triángulo en paralelo a la vida de sus personajes, que permanecería por muchos años.
