El síndrome de burnout implica directamente estar quemado por el trabajo. Es una sensación de agotamiento y de frustración que abruma al trabajador. Generalmente, el burnout se traduce en una importante reducción de la productividad en el trabajo, pérdida de la ilusión por desarrollar la jornada laboral y apatía. En casos más agudos de burnout, éste puede derivar en trastornos psicológicos de mayor gravedad.
Es fácil identificar cuando se padece síndrome de burnout, es el momento en que que gritamos al cielo “¡Ya no puedo más!”. Sin embargo, hasta ese punto, el trabajador ha ido padeciendo una degeneración de su satisfacción laboral y de su calidad de vida en el trabajo. Debido a su naturaleza, el síndrome de burnout está ligado estrechamente a la vida laboral.
Este punto lo distingue de otros desórdenes como puede ser la ansiedad, el desgaste emocional o el estrés.