Algunas de las fórmulas más habituales para difundir el contenido de sus programas de Responsabilidad Social Corporativa consisten en comunicar su capacidad para generar empleo, las medidas que lleva a cabo para favorecer la igualdad entre trabajadores y trabajadoras, enfatizar su actitud solidaria ante situaciones como la crisis o el desempleo, recordar su implicación en la formación de sus empleados, fomentar el apoyo a la salud y al bienestar de sus clientes o usuarios, contribuir con proyectos sociales tanto globales como locales o explicar que la prevención de accidentes contra la salud es fundamental en todas las actividades que desarrolla.
Un buen ejemplo a nivel comunicacional es Carrefour, con su última campaña hace hincapié en el compromiso de la compañía con el medioambiente, las comunidades de su entorno y la sociedad en general, y lo hace contando lo que hace para promover un crecimiento sostenible: retirar las bolsas de plástico, proteger los recursos naturales y biodiversidad, desarrollar productos sostenibles, apoyar a las PYMES y a los productores locales, etcétera.
La compañía publica en su website un Informe de Sostenibilidad en el que expone con detalle toda su actividad en este sentido, así como un documento en el que se exponen las acciones de colaboración con las pymes agroalimentarias españolas.
De esta forma, Carrefour refrenda con datos su actitud positiva y reafirma su contribución a la sociedad en la que ejerce su misión empresarial.
Para los tiempos en que nos ha tocado vivir, el slogan es claro, descriptivo, conciso y fácil de recordar: ‘Carrefour, en positivo’.