FICHA TÉCNICA
Dirección: Susanne Bier
Guion: Anders Thomas Jensen
Producción: Sisse Graum Jorgensen, Vibeke Windelow
Dirección de fotografía: Morten Soborg
Montaje: Pernille Bech Christensen, Morten Egholm
Música: Johan Söderqvist
FICHA ARTÍSTICA
Philip: Pierce Brosnan
Ida: Trine Dyrholm
Benedikte: Paprika Steen
Leif: Kim Bodnia
Patrick: Sebastian Jessen
Astrid: Molly Blixt Egelind
Kenneth: Micky Skeel Hansen
Tilde: Christiane Schaumburg-Müller
Alessandro: Ciro Petrone
Argumento:
Phillip, un empresario inglés afincado en Dinamarca, es un viudo solitario de mediana edad que se ha distanciado de su hijo. Ida es una peluquera danesa que intenta recuperarse de la quimioterapia y a la que su marido acaba de dejar por Tilde, una chica mucho más joven. El destino está a punto de hacer que esas dos almas doloridas choquen de frente cuando se conocen camino de Italia, donde van a casarse Patrick y Astrid, sus hijos respectivos.
Una boda es la excusa perfecta para que ocurra de todo: que haya enamoramientos, desenamoramientos, enredos familiares, bien cómicos, bien dramáticos… pero una familia da mucho juego y desde luego Susanne Bier sabe aprovecharlo para que ni lloremos a moco tendido ni estemos todo el rato a carcajadas, combina y equilibra a partes iguales la tristeza con la alegría. Eso sí, dejando de una manera sutil más espacio para lo bueno y la esperanza que para lo malo.
Todos los personajes están bien definidos y es inevitable sentirse identificado de alguna manera con los protagonistas, y sobre todo que te resulte hasta enternecedor las meteduras de pata de algunos de los familiares. La empatía que sentirá el espectador es una de las mejores bazas de la película.
Todo esto tampoco sería posible si el reparto no fuera acertado. Y más teniendo en cuenta que el primero que llama la atención es Pierce Brosnan, y es inevitable pensar ¿qué hace este hombre en una comedia romántica? Bien, es que esta no es una comedia romántica al uso, no es del estilo americano ñoño y patoso. Susanne Bier sabe construir una historia de amor y amargura en la mediana edad sin que resulte ni absurda ni aburrida, los personajes se comportan acordes a sus edades y desde luego que los actores han sabido darles vida de una manera estupenda.
Si hay algo que achacarle a la película, no sólo es que el público al que va dirigida no es mayoritario, por el tema que trata, para empezar, y por el reparto para continuar, es que está claro en determinados momentos lo que va a ocurrir. Es previsible en la trama general -aunque deja algo de sorpresa al final-, y es presivible en algunas de las subtramas, son detalles que el espectador irá descubriendo y le darán ventaja sobre el film.
De todas formas, es una cinta ligera y amena que no se hace nada larga y que dejará con buen sabor de boca a todos los que les guste el cine de la directora.