En profundidad: Animal Kingdom

Publicado el 14 enero 2011 por Pilarm

FICHA TÉCNICA

Director: David Michôd

Guión: David Michôd

Producción: Liz Watts

Producción ejecutiva: Bec Smith, Vincent Sheedan

Compositor: Antony Partos

Fotografía: Adam Arkapaw

Montaje: Luke Doolan

Diseño de producción: Jo Ford

FICHA ARTÍSTICA

J: James Frecheville

Nathan Leckie: Guy Pearce

Pope: Ben Mendelsohn

Darren: Luke Ford

Smurf: Jacki Weaver

Craig: Sullivan Stapleton

Baz: Joel Edgerton

Nicky: Laura Wheelwright

Argumento:

Tras morir su madre, Joshua “J” Cody, se va a vivir a Melbourne con sus tíos, con los que, hasta ahora, no ha tenido ningún tipo de contacto. Allí estará bajo la custodia de su abuela Smurf. Aunque se adaptará rápidamente a su nueva vida, no tardará en descubrir que este mundo
es mucho más peligroso de lo que nunca había imaginado. Uno de los policías, Nathan Leckie, debe atraer a J a la policía, para que sea su señuelo y poder protegerle de policías corruptos y de un submundo paranoico y vengativo. Para sobrevivir, J deberá elegir qué lugar quiere ocupar dentro de este peligroso juego.

Básicamente Animal Kingdom es una película de supervivencia y de violencia. Melbourne es una ciudad en la que la corrupción y la delincuencia campa a sus anchas, y J se encuentra de repente inmerso en este mundo.

Sus tíos son todos delincuentes, en mayor o menor medida, y dado que la policía quiere atraparles, él tiene que decidir si hacer caso a Leckie o unirse a su familia en el estilo de vida que llevan. Todo sería sencillo si no fuera porque J es un adolescente que se ve envuelto en una familia muy bien unida en torno a la madre,  pero que por otro lado no conoce. Aún así, la forma de integrarse es la de la vía de delincuencia.

Es una lucha constante entre el bien y el mal. Hacer lo correcto y delatar a tu familia o elegir el mismo camino y acabar o muerto o en la cárcel. El dilema está siempre presente y oscilando continuamente hacia un lado u otro y J es el guía de toda la historia y el punto de inflexión. Uno inevitablemente se siente en conexión con J, joven, con una familia que no conoce y que no sabe qué hacer, y eso hace que sean más comprensibles sus actos y sus decisiones.

Posiblemente la única pega que se le podría poner a la película es la lentitud con la que la historia es llevada a su punto álgido, pero el buen hacer de todos los actores, a quienes uno llega a ver realmente como criminales y gente bastante desequilibrada, o en el caso de Guy Pearce, un hombre tranquilo que no se oculta bajo una máscara de policía, sino que se muestra humano y paternal.

Respecto a la localización, uno no se imagina Melbourne como una ciudad llena de delincuencia, pero la cara que muestran parece tan natural y habitual, que se puede llegar a pensar en no pisar la ciudad. El contrapunto para no pensar eso es la buena elección de localizaciones, siempre interiores de lugares, dejando a la ciudad en un segundo plano como si no tuviera culpa de nada.

Es un film para ver, digerir y pensar tranquilamente sobre la presión que la familia puede ejercer a la hora de elegir entre hacer lo correcto o llevar una vida altamente peligrosa.