FICHA TÉCNICA:
Dirección: Mark Andrews, Brenda Chapman
Guión: Mark Andrews, Steve Purcell, Brenda Chapman, Irene Mecchi
Producción: Katherine Sarafian
Música: Patrick Doyle
FICHA ARTÍSTICA:
Mérida: Kelly McDonald
Reina Ellinor: Emma Thompson
Rey Fergus: Billy Connolly
La bruja: Julie Walters
Argumento:
Merida, la indómita hija del Rey Fergus y de la Reina Elinor, es una hábil arquera que decide romper con una antigua costumbre, que es sagrada para los señores de la tierra: el gigantesco Lord MacGuffin, el malhumorado Lord Macintosh y el cascarrabias Lord Dingwall. Las acciones de Merida desencadenan el caos y la furia en el reino. Además, pide ayuda a una sabia anciana que le concede un deseo muy desafortunado. La muchacha tendrá que afrontar grandes peligros antes de aprender qué es la auténtica valentía.
Pixar nos tiene acostumbrados o, mejor dicho, malacostumbrados, a un cine de animación infantil que intenta romper barreras tanto estéticas como artísticas, intentándo mantenerse accesible a todo el mundo. ¿Qué pasa con Brave? Pues que después de ver lo que dan de sí personajes como peces, coches, familias de superhéroes o monstruos escondidos en tu armario, es difícil que una película con personajes humanos en un contexto histórico-mágico se vaya a salir demasiado de la norma.
No os confundais, no es que Brave sea peor película que Toy Story o Buscando a Nemo, ni mucho menos; lo único es que tanto el contexto de la historia como la misma es mucho más clásico, y por eso parece que es algo que hayamos visto ya. Y es que Merida, la primera heroína de Pixar, recoge el testigo de Ariel, Jasmine o Pocahontas en la mejor tradición del cine Disney. Eso sí, pasado por el tamiz desenfadado del estudio de animación digital, Merida es una princesa escocesa que se enfrenta a la autoridad de sus padres pero que tiene un carácter mucho más gamberro y divertido que las señoritas Disney.
Lo cierto es que, si analizamos profundamente la historia, Brave tiene muy poco de convencional en comparación con los clásicos Disney. Esta historia habla sobre la relación entre madres e hijas, mientras que todas o casi todas las princesas Disney son huérfanas de madre y el conflicto surge de la relación padre-hija. No hay romance de ningún tipo en la historia, prima la amistad y la fraternidad por encima del amor romántico; y lo que las diferencia del todo es que mientras las princesas Disney luchaban por poder emparejarse con quien ellas quisieran (es decir, pasar de la protección del padre a la del marido), Merida consigue que la dejen vivir su vida a su manera y a su ritmo convirtiéndose así en una heroína completamente contemporánea.
Y, por si todo eso os parece poco, también teneis una historia con hechizos y épica, con multitud de personajes entrañables y escenas divertidísimas, todo ello bañado por una banda sonora de inspiración celta-escocesa. Si podeis ir a verla en versión original, mejor, porque esos acentos son impagables.