En profundidad: Conan El Bárbaro 3D

Publicado el 18 agosto 2011 por Pilarm

FICHA TÉCNICA:

Director: Marcus Nispel

Guión: Joshua Oppenheimer, Howard McCain, Thomas Dean Donnelly y Dirk Blackman

Producción: Henry Winterstern, Trevor Short, Fredrik Malmberg, Avi Lerner, Joe Gatta, George Furla, Danny Dimbort y Boaz Davidson

Fotografía: Thomas Kloss

Dirección artística: James August

Diseño de vestuario: Wendy Partridge

Música: Tyler Bates

FICHA ARTÍSTICA:

Conan: Jason Momoa

Tamara: Rachel Nichols

Khalar Zym: Stephen Lang

Marique: Rose McGowan

Corin: Ron Perlman

Conan de joven: Leo Howard

Argumento:

En el fragor y la crueldad del campo de batalla Conan abre los ojos al mundo y pierde a su madre al mismo tiempo. Pero ese mundo que en el futuro le encumbrará como el rey más poderoso de los reinos hiborios aún le tenía reservado más sufrimiento con la muerte de su padre. A partir de ese momento, el bárbaro no cesará en la búsqueda de aquellos que arrasaron su aldea natal y acabaron con la vida de su padre. La venganza no es algo que no pueda esperar y Conan sabe que llegará el día en que tendrá delante a Khalar Zym. Mientras tanto, recorre los parajes de Hiboria buscando.

Centrándonos en lo referente al Conan cinematográfico, ya desde la primera película Conan nació para mostrarnos sus aventuras en la gran pantalla con cierta periodicidad, como así afirmó su equipo, pero las circunstancias del destino hicieron que finalmente hayamos tenido que esperar 27 años para tener una tercera entrega. Pero su historia no es una continuación o una aventura independiente a las anteriores películas, como se pudiera esperar, ni siquiera una precuela, sino que narra de nuevo las aventuras del cimmerio en su primera aparición frente a las cámaras. Ahora bien, con algunos cambios.

En este caso la infancia no ha sido edulcorada como sí lo fue en la primera de las películas y es un resultado más fiel a la literatura original de Robert E. Howard y los comics posteriores. No obstante, la historia es una suerte de mezcla entre elementos de ‘Conan, el Bárbaro’ y la posterior ‘Conan, el Destructor’: de la primera de ellas se saca la masacre a la aldea natal en la infancia de Conan y la persecución incansable que él emprende en busca de venganza; de la segunda, la trama que busca la resurrección de un elemento maligno que gobernará sobre el mundo por parte de la brujería y la necromancia por medio de un utensilio de su pertenencia -ya sea un cuerno o una máscara- y que requiere de la actuación de una joven. Sobre la venganza no hay duda, se trata de la misma historia, y sobre la magía, salvando que en esta ocasión no se utiliza a Conan para conseguir los objetos mágicos y basta con que la joven sea descendiente en lugar de necesitar su virginidad, sucede lo mismo.

El final acompaña la tradición de Conan a modo de lucha con los dioses, o contra ellos por ser más correcto. No obstante, sin añadir nada que pueda romper el gusto de ver in situ el final de una película y dejando a un lado los spoiler, se espera mucho más y resulta ciertamente descafeinado.

Conan no es ni mucho menos un personaje políticamente correcto y, aunque finalmente sus consecuencias resulten en un bien común, sus motivaciones suelen responder a aspiraciones más terrenales y egoístas, como la venganza de sus padres, su pueblo natal y su amada en la primera película o la resurrección esta en la segunda. En las historias literarias de Howard y los posteriores cómics, muchos de ellos desarrollados por Roy Thomas -que formó parte de los anteriores films-, Conan actúa a su antojo con un basto sentido del bien y el mal y en esta entrega se mantiene esa actitud que forma parte indisoluble del bárbaro. Jason Momoa interpreta a la perfección el papel de Conan e incluso su físico encaja de un modo más realista con las historias originales que el del propio Arnold Schwarzenegger quien, por otro lado, reflejaba mejor el comportamiento puramente bárbaro.

Se echa en falta en esta entrega una mujer que luche junto a Conan pues, aunque Tamara se defienda en mayor o menor medida por sí misma, queda muy lejos de personajes como Bélit, Zula -que en el cine fue mujer pero en los cómics fue hombre- o Valeria. Se queda entonces a medio camino entre la damisela en apuros y la guerrera luchadora en un vaivén que cambia según las necesidades y las circunstancias. No me parece un personaje muy logrado para ser un principal ligado a Conan.

Khalar Zym es el tópico de guerrero que se acerca a la magia para erigirse en el más poderoso de los reyes. Su hija Marique utilizará sus poderes para ayudarlo en la empresa que hará resucitar a la que también es su madre. Ambos papeles, aún básicos en cuanto a innovación se refiere, son bien desarrollados por ejecutados. Quizá Marique pide algo más de presencia cuando da a entender sus intenciones para con su padre. Sin embargo, el gran error en cuanto a personajes es la madre de Marique, y mujer de Khalar Zym, que a pesar de ser uno de los objetivos principales en los planes de padre e hija, no llega a aparecer siquiera un momento en todo el metraje.

De los escenarios, la ambientación y el vestuario sólo tengo palabras positivas y de elogio. El trabajo me ha parecido excepcional y no sólo la recreación está muy trabajada sino que la fidelidad llega a utilizar lugares relacionados con Conan como Messantia, donde transcurren algunas aventuras en los cómics, o con el propio Howard, como Hirkania, lugar natal de Red Sonja.

La escenografía y puesta en escena es buena y repleta de acción. Las batallas se suceden sin llegar a ser excesivas en número o en duración y los planos cortos y cerrados aportan mucho dinamismo a la acción. Quizá este sea el punto negativo de la versión en 3D, que aunque no haya visto por no estar montada en el momento del pase, creo que puede llegar a ser confusa en este tipo de secuencias rápidas y cercanas. Otro planos, sin embargo, son muy abiertos con motivo de mostrar el entorno, pero son menos y se emplean como ubicación de lugares y entornos donde desarrollar la acción, aunque no por ello dejan de ser menos espectaculares debido a la vistosidad de los escenarios.

En cuanto a la música, es absorbida completamente por el apartado visual. Una vez comenzada la película, la música se vuelve casi inapreciable y es una pena si lo comparamos con el magnífico trabajo que hizo Basil Pouliduris en las anteriores entregas, donde sumaba interés. Sería este un aspecto que me deja descontento.

‘Conan, the Barbarian’ es, en definitiva, una película de la que esperaba menos, siendo sincero, y que me ha sorprendido muy gratamente. Sin embargo, la historia es conocida, no aporta nada nuevo y se limita a revisionar lo que ya existía cinematográficamente de Conan. Una historia nueva inserta en el magnífico trabajo que han hecho sería, sin ninguna duda, un éxito y una gran alegría para los fans de Conan que sin embargo dejarán esta entrega en la cuerda floja.

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