FICHA TÉCNICA
Dirección: Jodie Foster
Producción: Steve Golin, Keith Redmon, Ann Ruark
Producción ejecutiva: Jeff Skoll, Jonathan King
Guión: Kyle Killen
Dirección de fotografía: Hagen Bogdanski
Diseño de producción: Mark Friedberg
Diseño de vestuario: Susan Lyall
Montaje: Lynzee Klingman
FICHA ARTÍSTICA
Meredith: Jodie Foster
Walter/Castor: Mel Gibson
Porter: Anton Yelchin
Norah: Jennifer Lawrence
Vicepresidenta: Cherry Jones
Henry: Riley Thomas Stewart
Argumento
Acosado por sus propios demonios, Walter Black fue en otro tiempo un ejecutivo de éxito de la industria juguetera y un hombre de familia, que ahora sufre una grave depresión. Intente lo que intente, Walter no parece encontrar nada que le permita retomar el rumbo de su vida… hasta que irrumpe en ella una marioneta con forma de castor.
Tercera película de Jodie Foster como directora, y tal y como ella misma reconoce, en todas trata de crisis espirituales. Ahora le toca el turno a hombre con una empresa en ruina, cuyo hijo mayor no le habla, el niño pequeño apenas tiene relación con él y una mujer al borde de la desesperación por tener un marido que no sale de la depresión.
Mel Gibson juega un papel dramático, con ciertos toques cómicos, sobre todo al principio cuando se encuentra con la marioneta, pero poco a poco el film se va transformando en algo más oscuro y profundo y que se va escapando al control del propio personaje, eso sí, sin llegar a ser histriónico o exagerado.
Pero Gibson no es el único que brilla en esta película, Jodie Foster se mantiene en un discreto plano y deja paso a Anton Yelchin en su papel de hijo que anota todo lo que no le gusta su padre para no convertirse en él pero que tiene sus propios demonios dentro.
En definitiva se trata de una película de superación y de ser quienes realmente somos, sin preocuparnos de lo que pueda pasar porque todos tenemos a alguien que nos apoya, como bien razona Norah, interpretada por Jennifer Lawrence. Es decir, de aceptación de uno mismo.
Sí que hay que decir que en ocasiones en el metraje parece que sobra alguna escena, a modo de aclaración, que tampoco pasaría nada que no estuviera, pero en general no hay nada queja en el modo de dirección de la actriz, que va llevando la acción de la película tranquilamente y de modo natural.