FICHA TÉCNICA
Dirección: Robert Zemeckis
Producción: Walter F. Parks, Laurie MacDonald, Steve Starkey, Jack Rapke
Guion: John Gatins
Dirección de fotografía: Don Burgess
Diseño de producción: Nelson Coates
Diseño de vestuario: Louise Frogley
Supervisor de efectos visuales: Kevin Baillie
Montaje: Jeremiah O’Driscoll
FICHA ARTÍSTICA
Whip Whitaker: Denzel Washington
Hugh Lang: Don Cheadle
Nicole Maggen: Kelly Reilly
Harling Mays: John Goodman
Charlie Anderson: Bruce Greenwood
Ellen Block: Melissa Leo
Ken Evans: Brian Geraghty
Margaret Thomason: Tamara Tunie
Katerina Marquez: Nadine Velazquez
Gaunt Young Man: James Badge Dale
Deana: Garcelle Beauvais
Argumento:
Whip Whitaker, un piloto comercial con una larga experiencia, consigue aterrizar milagrosamente su avión tras una catástrofe en el aire, salvando a casi todos los pasajeros. Tras el accidente, Whip es vitoreado, pero según se va sabiendo más del incidente, surgen más preguntas que respuestas a cerca de quién o qué es responsable y qué ha ocurrido realmente en ese avión.
Decir que ésta es la película más provocativa del año es bastante arriesgado, sobre todo porque estamos todavía en enero y porque realmente no es tan arriesgada ni tan provocativa como pueda parecer a primera vista. Sí que es una buena historia muy bien contada y planificada por Robert Zemeckis.
Problema, es un film demasiado largo, dos horas y media, para lo que nos está contando, con lo que el guion flojea en determinados momentos, además de que nos presenta personajes para luego no profundizar demasiado en ellos, como el de Nicole y los va sacando de escena sin más, según avanza la historia para el protagonista.
En cuanto al reparto, el bueno de Denzel Washington sostiene un personaje muy atormentadoy con bastantes matices, pero sin duda las guindas del pastel las ponen los secundarios, como John Goodman, que le da el toque de humor negro y ácido; o Don Cheadle, con su papel de abogado del diablo y tramposo para defender a su cliente. Mención aparte para el pequeño papel que ocupa James Badge Dale, un cínico enfermo de cáncer que fuma más que nadie.
En general la cinta está bien construida, la escena del aterrizaje forzoso es de lo mejorcito, tan real que puede llegar a angustiar a más de uno. Lo único que además de eso, de la transformación, bastante forzada, en la moral del protagonista y el exceso de metraje convierten a El vuelo en una película que no será de fácil visionado para mucha gente. Ahora, tanto como correr riesgos, el único es que a alguno le aburra tanto la parte central que corra el riesgo de echarse una siesta, pero más allá de eso, nada. Y eso va según gustos cinéfilos.