En profundidad: La isla de los olvidados

Publicado el 17 octubre 2012 por Pilarm

FICHA TÉCNICA:

Dirección: Marius Holst

Guión: Dennis Magnusson, Eric Schmid

Producción: Karin Julsrud, Ewa Puszczynska, Antonine de Clemont-Tonerre, Mathilde Dedye, Johannes Ahlund

Fotografía: John Andreas Andersen

Montaje: Michal Leszczylowski

FICHA ARTÍSTICA:

Bestyreren: Stellan Skarsgard

Brathen: Kristoffer Joner

Erling: Benjamin Helstad

Olav: Trond Nilssen

Argumento:

Noruega, 1915. En la isla de Bastøy, en el fiordo de Oslo, un grupo de chicos, entre los 11 y los 18 años, vive bajo el despótico poder de un superintendente y sus guardias. En lugar de recibir una educación, son explotados como mano de obra barata. El joven Erling, que ha matado a un miembro de la policía militar en defensa propia, es trasladado a la isla para ser encerrado en una prisión de adultos. Su único recurso para eludir la pena de muerte es la fuga.

La cultura nórdica está de moda. La literatura negra llena las estanterías de las librerías, los grupos de pop independiente tienen un ferviente público en España, y actores como Alexander Skarsgard, Nikolaj Coster-Waldau, Joel Kinnaman o Noomi Rapace ya son estrellas de Hollywood. En cuanto al cine de producción propia, está claro que el éxito de la saga Millennium marcó un antes y un después en cuanto a proyección internacional, y cada vez son más las películas escandinavas que llegan a nuestra cartelera, aunque sea con años de retraso.

La isla de los olvidados se estrenó en 2010 cosechando buenas críticas y algún que otro premio en el circuito de festivales, y ahora por fín, llega a España. Se trata de un drama/thriller basado en hechos reales ambientado en la Noruega de principios del siglo XX que cumple todas las expectativas dentro del género. Una cinta dura y fría, como la isla de Bastoy, a cuyo reformatorio los adolescentes descarriados iban a parar para aprender disciplina y poder reintegrarse en la sociedad.

Lo que más destaca son las brillantes actuaciones. La relación entre Erling y Olav está desarrollada de forma interesante, ya que, aunque antagónicos, no pueden resistir unir sus fuerzas frente a la adversidad y la injusticia; deseando cada uno tener lo que posee el otro – la rebeldía y el portento físico de Erling, frente a la disciplina y la practicidad de Olav-. La pureza de ambos supone un fuerte contraste al yuxtaponerse a los personajes adultos – el prefecto, que representa el abuso más vil; y sobretodo el director, que a pesar de presentarse como la justicia, acaba revelándose como la hipocresía más absoluta, en una magistral interpretación de Stellan Skarsgard.

Todo esto unido a los gélidos tonos de la fotografía, y al buen uso de la música y el silencio para crear momentos de tensión, hacen de esta, una cinta interesante y muy disfrutable.