FICHA TÉCNICA
Dirección: John Moore
Producción: Alex Young
Guion: Skip Woods, Jason Keller
Dirección de fotografía: Jonathan Sela
Diseño de producción: Dan T. Dorrance
Montaje: Dan Zimmerman
Diseño de vestuario: Bojana Nikitovic
FICHA ARTÍSTICA
John McClane: Bruce Willis
Jack McClane: Jai Courtney
Komarov: Sebastian Koch
Alik: Rasha Bukvic
Collins: Cole Hauser
Irina: Yulia Signir
Argumento:
La Jungla: Un Buen Día para Morir, cuya acción tiene como telón de fondo la mortífera corrupción y la venganza política en Rusia. McClane llega a Moscú para averiguar el paradero de su hijo, Jack, que en su momento se alejó de él, y se queda atónito al descubrir que trabaja clandestinamente para proteger a Komarov, un delator de la corrupción imperante en el gobierno. Los McClane, que se juegan el cuello en la empresa, se ven obligados a superar sus diferencias para poner a Komarov a buen recaudo y frustrar un delito potencialmente desastroso en el lugar más desolado de la Tierra: Chernobyl.
John McClane está un poco mayor y eso se nota. Han pasado 25 años desde la primera jungla de cristal y claro, el tiempo no ha perdonado a nadie. Aquí tenemos a nuestro héroe quejándose toda la película de que son sus vacaciones, y por culpa de los rusos, no las está disfrutando. Vale John, con que nos lo digas una vez nos hacemos a la idea, pero por repetirnóslo no van a mejorar esas vacaciones.
Por otro lado, aunque siga diciendo su famosa frase, la espectacularidad del momento se ha perdido, tenía más gracia en ocasiones anteriores. Pero bueno, es la marca de la casa y tampoco nos vamos a quejar, porque seguramente sea algo que todo el mundo espera que diga.
En esta ocasión, en esta jungla de cristal, tenemos una sucesión de persecusiones en coche -demasiado extensa- con el fin de convertirse en una de las grandes escenas de acción de la película, escenarios llenos de lámparas de cristal, vidrieras, piscinas milagrosamente llenas de agua y muchas balas. Pero realmente no está a la altura de otras junglas.
Sí, hay homenaje a uno de los famosos planos de la saga, pero aparte de esos, escenas a cámara lenta sin razón, mucho zoom, mucho efecto especial y algún intento de humor que no acaba de funcionar del todo. Es una pena, porque estamos ante la quinta película, y de hecho, el tito Willis ha hablado recientemente de que le gustaría una sexta, pero las cosas, o se hacen bien o no se hacen. Yippie ki-yay, mothefucker.