FICHA TÉCNICA
Dirección: James Watkins
Guion: Jane Goldman, basado en La mujer de negro de Susan Hill
Producción: Richard Jackson, Simon Oakes,Brian Oliver
Dirección de fotografía: Tim Maurice-Jones
Diseño de producción: Kave Quinn
Montaje: Jon Harris
Música: Marco Beltrani
FICHA ARTÍSTICA
Arthur Kipps: Daniel Radcliffe
Sr. Daily: Ciarán Hinds
Sra. Daily: Janet McTeer
Jennet Humfrye: Liz White
Fisher: Shaun Dooley
Argumento:
El joven abogado de Londres Arthur Kipps se ve obligado a dejar a su hijo de tres años para viajar al remoto pueblo de Crythin Gifford y encargarse de los asuntos del propietario recientemente fallecido de Eel Marsh House. Sin embargo, cuando llega a la vieja y escalofriante mansión, descubre siniestros secretos del pasado de los lugareños, y su inquietud no hace más que aumentar cuando vislumbra a una misteriosa mujer vestida enteramente de negro.
Ver a Daniel Radcliffe quitarse de un plumazo a Harry Potter de encima con esta historia de terror gótico es un gustazo. Aquí se ve por fin las dotes artísticas que tiene el actor sin estar encasillado y aguanta estoicamente su papel de padre preocupado y a la par, algo aterrorizado por lo que está ocurriendo en la enorme casa victoriana.
Dicho sea de paso que el escenario elegido es perfecto. No estamos ante la típica casa encantada, sino que es una mansión que hasta de día resulta tétrica y sin tener que realizar muchos efectismos. Además, el pueblo es de verdad bastante antiguo y todos los escenarios elegidos le dan una atmósfera adecuada a la historia.
Otro de los aspectos que nos meten de lleno en la historia es la fotografía, llena de contrastes, luces y sombras, sin dejarnos ver del todo muchas veces lo que ocurre, pero insinuando lo suficiente para que en precisamente esas sombras, intuyamos lo justo para empezar a sentir miedo.
Si a eso le sumamos los planos de los juguetes típicos de la época -no sé a vosotros pero a mí sólo verlos ya me da mal rollo- o de la misteriosa mujer de negro, con los que juega bastante bien el director para darnos sustos acompañados de una banda sonora que hace su entrada, al menos la que nos damos cuenta, justo en el momento adecuado, es posible que peguemos un pequeño bote en la butaca. A los que no se asusten fácilmente puede que nos les llegue a provocar miedo, pero a lo mejor cierta inquietud y desasosiego sí. Está claro que si uno es asustadizo, aquí va a necesitar compañía a la que agarrarse.
Es una pena que según nos acerquemos al final la resolución parezca algo atropellada y extraña. Pero se le perdona por el resto del metraje, un cuento de terror bien contado.