FICHA TÉCNICA:
Dirección: Sean Durkin
Guión: Sean Durkin
Producción: Patrick Cunningham, Chris Mayback, Josh Mond
Fotografía: Jody Lee Lipes
Montaje: Zachary Stuart-Pontier
FICHA ARTÍSTICA:
Martha: Elizabeth Olsen
Lucy: Sarah Paulson
Patrick: John Hawkes
Ted: Hugh Dancy
Max: Christopher Abbott
Zoe: Luisa Krause
Argumento:
Atormentada por dolorosos recuerdos y dominada por una creciente ansiedad, Martha abandona una secta y se va a vivir con su hermana Lucy y con Ted, el marido de ésta. Intenta adaptarse al estilo de vida de la clase media-alta, pero acosada por constantes pesadillas, no le resulta nada fácil. Mientras asume su soledad, la paranoia resquebraja su existencia. Finalmente, desciende a un vestiginoso estado de pánico cuando comienza a sospechar que alguien sigue todos sus movimientos.
Sean Durkin se estrena como director con este largo que, a pesar de tener una gran factura, no es todo lo satisfactorio que podría ser.
La mezcla de géneros que presenta Martha Marcy May Marlene – drama, thriller psicológico – pretende hacer resaltar una historia más insinuada que contada. El pasado y el presente de la protagonista se van justificando mutuamente y poco a poco a través de un montaje magnífico en forma de flashbacks, una fotografía preciosista pero contenida y un ritmo narrativo que se adecúa a la perfección a cada situación dramática al tiempo que crea una estructura ascendente.
El problema es que, aunque todos estos recursos resultan tremendamente estímulantes para el espectador y consiguen mantener la tensión durante todo el metraje; la cinta termina en un clímax narrativo que nos deja una sensación de “coitus interruptus” nada agradable. Y a nadie le gusta quedarse con la sensación de que se ha perdido algo. Demasiadas preguntas para tan pocas respuestas.
El dominio técnico del director y la brillante actuación de Elizabeth Olsen son, de lejos, las cosas más disfrutables de este film que, si bien no cumple todas sus promesas, sí que nos pone en el punto de mira a dos nuevos talentos con, posiblemente, brillantes futuros por delante.