FICHA TÉCNICA
Dirección: Kevin Smith
Guion: Kevin Smith
Producción: Jonathan Gordon
Dirección de fotografía: David Klein
Montaje: Kevin Smith
Diseño de producción: Cabot McMullen
Vestuario: Beth Pasternak
FICHA ARTÍSTICA
Travis: Michael Angarano
Abin Cooper: Michael Parks
Sra. Vasquez: Deborah Aquila
Sara: Melissa Leo
Joseph Keenan: John Goodman
Billy Ray: Nicholas Braun
Randy: Ronnie Connell
Jarod: Kyle Gallner
Dana: Kaylee DeFer
Cheyenne: Kerry Bishé
Argumento:
Tres adolescentes con las hormonas al rojo vivo contestan a un anuncio de una mujer madura que busca sexo. Siendo chicos los chicos, se lanzan a la carretera para satisfacer sus urgencias libidinosas. Pero lo que empieza como una fantasía da un oscuro giro cuando se enfrentan a una terrorífica fuerza “sagrada” con una agenda pendiente fatal. Historia inspirada en la figura real de Fred Phelps, el líder de un grupo religioso extremista que se hacía llamar la Iglesia Bautista Westboro.
Con Red State que nadie espere una típica película de Kevin Smith, sobre todo aquellos seguidores que se quedaron por el camino de Clerks y Jay y Bob el silencioso. Aquí comedia no hay, aunque no deja de producir cierta sonrisa el fanatismo religioso que nos presenta, con un radicalismo llevado hasta el final.
¿Y qué mejor que unir a la religión con sexo? El lobo engaña a Caperucita diciendo que es la abuelita, pero a tres adolescentes revolucionados, el lema de dos tetas tiran más que dos carretas se les queda corto. Y así acaban, atrapados en la iglesia de esta particular religión/secta, con unos personajes, nunca mejor dicho, de lo más radicales. De eso a la sangre, los tiros y la violencia hay un paso.
A la hora de mezclar personajes, Kevin tira de los arquetipos, empezando por el que John Goodman defiende, ese policía del FBI que hace lo que tiene que hacer según órdenes de arriba, y que de paso deja ver una ligera crítica respecto a la manera de tratar ciertos asuntos, ya que de delicuente a algo más apenas hay una llamada de teléfono, con la consecuente justificación del todo vale, pasando por el extremista predicador con su cháchara no hay término medio. O la ferviente religiosa que cree todo lo que le dicen, interpretada por una Melissa Leo que está increible, todo hay que decirlo… eso sí, el director se recrea cuando los junta y hay violencia de por medio.
Ahí Smith se regodea y deja que disfrutemos con la sangría y la frialdad que derrochan unos y otros. Lástima que la manera que tiene de cerrar y llegar al epílogo se quede algo floja. Sin embargo, a pesar de tener la sensación de que nos falta algo, volvemos a ver algo más de Kevin Smith de lo que estábamos viendo estos últimos años, así que si el cambio de registro le ha sentado bien, tenemos esperanza en él.
En definitiva, Red State es una cinta para pasar un rato entretenido y regocijarse en la violencia y tener de vuelta a un director que siempre ha hecho lo que ha querido con esa vis cómica y que aunque aquí no la saque demasiado, el experimento no le ha quedado mal.
p.d: los fans de True Blood podéis ver a Kevin Alejandro, no os digo más para no desvelar.