FICHA TÉCNICA
Dirección: Paul W.S. Anderson
Guión: Paul W.S. Anderson
Producción: Paul W.S. Anderson, Jeremy Bolt, Robert Kulzer, Don Carmody, Samuel Hadida
Dirección de fotografía: Glen MacPherson
Montaje: Niven Howie
Diseño de vestuario: Wendy Partridge
Supervisor de Efectos Especiales: Dennis Berardi
Diseñador de efectos especiales de maquillaje: Paul Jones
FICHA ARTÍSTICA
Alice: Milla Jovovich
Rain Ocampo: Michelle Rodriguez
Barry Burton: Kevin Durand
Jill Valentine: Sienna Guillory
Albert Wesker: Shwan Roberts
Becky: Aryana Engineer
James “One” Shade: Colin Salmon
Leon Kennedy: Johann Urb
Luther West: Boris Kodjoe
Ada Wong: Li Bingbing
Todd/Carlos: Oded Fehr
Argumento:
El mortal virus T de la Corporación Umbrella sigue causando estragos en la tierra, transformando la población global en legiones de muertos vivientes cada vez más letales. La última y única esperanza de la raza humana, Alice, se despierta en el corazón de una impenetrable instalación de operaciones de la Corporación Umbrella. Arriesgando su vida mientras huye con la ayuda de un comando de élite, Alice recorrerá las recreaciones de las ciudades de Tokio, Nueva York, Moscú y Washington D.C., creadas en el interior de ese centro clandestino de la Corporacion Umbrella. En el trayecto descubre una serie de confusas revelaciones que le obligarán a evaluar todo en lo que creía. Con la ayuda de nuevos aliados y amigos de antaño Alice encuentra una nueva razón por la que luchar por sobrevivir en un mundo hostil a punto de desaparecer. La cuenta atrás ha comenzado.
Quinta entrega de la saga Resident Evil, breve resumen inicial para los que no han visto las anteriores o no se acuerdan y al lío. Al lío de la sangre que en algunas escenas parece sirope de fresa, eso cuando no es digital, a una carrera desenfrenada con una Alice más humana y sensible que nunca y una horda de infectados corriendo como locos -los zombies no corren, así que me niego a llamarles zombies a los de Resident Evil-.
Es una película que no engaña, ofrece lo que la gente y los seguidores del videojuego quieren, además aquí recuperan personajes y añaden otros del juego, como Ada Wong, y con la curiosa estructura de niveles/escenarios a sortear como si más que ver un film estuviésemos jugando, aunque los personajes no hagan lo que nosotros queramos.
Así que después de muchos tiros, muchas prisas y ver cómo unos personajes son buenos o malos según el uso que se haga de ellos y de sus clones, nos encontramos con otra entrega más que tampoco pretende nada, sino simplemente entretener y dejar con ese final abierto para poder realizar la sexta y dicen que última entrega de Resident Evil.
Más allá de eso, ni siquiera la recuperación de personajes o la incorporación de reparto nuevo hace que haya alguno destacable, aunque eso sí, no deja de tener su gracia ver a Kevin Durand disfrutando como un niño matando y disparando a diestro y siniestro mientras se fuma un puro como un señor.
En fin, si Milla no se cansa de correr y disparar, todo terminará, para bien o para mal.