En profunidad: Sin tregua (End Of Watch)

Publicado el 07 diciembre 2012 por Pilarm

FICHA TÉCNICA:

Dirección: David Ayer

Guión: David Ayer

Producción: David Ayer, John Lesher

Fotografía: Roman Vasyanov

Montaje: Dody Dorn

FICHA ARTÍSTICA:

Agente Taylor: Jake Gyllenhaal

Agente Zabala: Michael Peña

Agente Orozco: America Ferrara

Janet: Anna Kendrick

Gabby: Natalie Martinez

La La: Yahira García

Big Evil: Maurice Compte

Argumento:

Dos jóvenes policías de Los Ángeles, Taylor (Jake Gyllenhaal) y Zavala (Michael Peña), se dedican a patrullar en las calles más humildes del sur de
la ciudad. Sus vidas se pondrán en peligro después de confiscar un alijo de dinero y armas de un cártel de la droga, durante un control de tráfico.

Con Sin tregua, David Ayer nos presenta una película que es mitad diversión, mitad despropósito. Y es que no se puede apostar por un formato, y luego saltarte las reglas a la torera, que la gente no es tan tonta.

Me explico. En esta película, Ayer quería darle una vuelta de tuerca al cine de acción policial – dos compañeros de patrulla combatiendo el crimen en las calles de L.A. – a través del uso de la cámara en mano y la narración en primera persona para dar sensación de realismo – o más bien de reality show -. Sin embargo, Ayer se salta las reglas de su propio juego una y otra vez. Infinidad de tomas no están justificadas, se salta el punto de vista en varias ocasiones, y a pesar de que las tomas aéreas de Los Ángeles son de lo mejor de la cinta a nível estético, no deberían tener cabida – a no ser que tuvieran su razón de ser.

Desde luego la cinta hace honor a su nombre en castellano, pues entre incendios domésticos, violencia doméstica y gangs latinos superchungos, a penas nos queda tiempo para respirar. Sin embargo, es en esos pequeños momentos intermedios en los que Ayer se destapa como un guionista con bastante calado. Las conversaciones entre los dos compañeros durante la patrulla tratando temas como el sexo, el matrimonio, el racismo, o el trabajo son lo mejor de la cinta, ayudados por la gran química entre los dos actores protagonistas Jake Gyllenhaal y Michael Peña.