REGRESIÓN. La faceta satánica de Amenabar.
Esta vez el director español ha contado con la colaboración de otro país, Canadá, para producir esta película, 6 años después de su último largometraje 'Agora'. Un periodo entre película y película que cada vez se amplía más, pero del que asegura Amenabar no arrepentirse.
Vuelve a la pantalla grande con un género que le gusta mucho, el thriller-terror psicológico, y lo hace de la mano de dos actores de gran prestigio como son Ethan Hawke y Emma Watson.
Esta es mi opinión...
Las expectativas generadas como sabemos son un hándicap para cualquier película, muchos somos los que adoramos a ese Amenábar que hizo Tesis, su opera prima que marcó la forma de ver el cine de muchos amantes del séptimo arte. Tesis fue y es mi película de terror psicológico favorita, y por mucho que pasen los años sigue manteniendo ese algo especial que te hace amarla año tras año que pasa.
En la rueda de prensa a la que tuvimos el privilegio de asistir durante el festival de San Sebastian, Amenabar nos contaba que quería hacer una película de terror y se le planteó la idea del satanismo. En un principio no le entusiasmó demasiado la idea pero investigando los sucesos de rituales satánicos producidos durante los años 80 en EEUU consiguió encontrar su historia, una historia que iba a ser de terror pero poco a poco fue convirtiéndose en un thriller psicológico de esos que tanto nos gustan.
Como es habitual en Amenabar, logró conquistar a dos actores internacionales bastante actuales, Ethan Hawke, al que habíamos visto hacía poco en "Boyhood" y Emma Watson la joven interprete de la saga Harry Potter, que últimamente está muy presente en el cine americano. Amenabar tiene algo que consigue convencer a estos actores para participar en sus películas, quizás sus historias, su humildad y su manera de hacer cine. Con 'Los Otros' estableció un precedente al lograr conquistar a Nicole Kidman.
El detective Bruce Kenner (Ethan Hawke) tendrá que resolver un caso muy complicado, en el que se ve involucrado una familia entera, la familia de Angela (Emma Watson). Ella acusa a su padre de abusar de ella y de pertenecer a una secta satanica. Bruce poco a poco se da cuenta de que este caso forma parte de algo más grande, y se centra tanto en él, que acaba por obsesionarse.
Este film nos enseña la complejidad de la mente humana y como ésta puede influir en nuestra forma de ver o interpretar la realidad. Por otro lado, nos muestra hechos reales que se produjeron en los años 80 en EEUU cuando proliferaron supuestos rituales satánicos.
Emma Watson nos sorprende con su interpretación, dejándonos con ganas de verla en más ocasiones en un papel dramático como es éste, contenido pero penetrante. Por otro lado, Ethan Hawke hace el papel al que nos tiene acostumbrado, poco intenso, pero perfecto para el personaje.
En conclusión, una historia que si bien puede parecer ridícula a determinado tipo de público, termina por convencer y enganchar a cualquiera. Entretenida y bien rodada, se nota el buen hacer de este director, que con su estética y música nos consigue atrapar durante la mayor parte de su duración. Sin embargo, no es una de sus mejores películas ni mucho menos, imagino que él era consciente cuando la realizó, pues esta historia no es el tipo de historia que te hace ganar Oscars, en mi opinión.