¿En qué se parece una boda a una cena de Navidad de empresa?

Publicado el 17 octubre 2014 por Anécdotas De Secretarias Erika Martin @erikassistant
A lo largo del año voy organizando eventos con clientes, ruedas de prensa, presentaciones a los empleados ... pero no nos engañemos, la cena de Navidad es lo más esperado del año.

Por eso, estos días la pregunta ¿Erika, dónde nos vas a llevar para la cena de Navidad? empieza a ser el trending topic de mi oficina. ¡Qué pesaditos se ponen todos! 

Organizarla es como preparar tu propia boda. Hay que buscar el sitio con mucha antelación, negociar el precio del cubierto, enviar las invitaciones, catar el menú, confirmar asistentes, elegir la ropa que te vas a poner ... 

Mirando el calendario, todavía quedan un par de meses. Parece mucho tiempo ¿verdad? pues no. Si te encargas de organizar una cena de empresa, en Madrid, para más de 100 personas y aún no te has puesto a buscar local, vas muy mal. Pongo la mano en el fuego a que ya están todos reservados. Por eso quizás, en vez de seguir buscando local, lo que deberías hacer es pensar una gran excusa para comunicar a tus compañeros que este año no habrá cena. Y ya lo puedes justificar bien porque sino te van a apedrear por el pasillo cuando se lo digas.

En Marzo empiezo con el tema. A mi lo único que me pide la Dirección es que no sea en un hotel. Pensareis ¡bah! Madrid es una gran ciudad, hay un millón de restaurantes ... ¿Restaurantes con un aforo de mas de 100 personas sin columnas para vernos todos las caras? no, amigos, no hay tantos. De hecho, diría que hay como mucho 20. 

De estos ¿cuántos son chulos? porque, claro, tampoco puedo llevarles a un McDonalds. 
En cualquier caso, en febrero/marzo ya están todos reservados. Vamos, hoteles y restaurantes quedan descartados de mi lista de locales para el bodorrio de empresa.

Otro punto importante es que el alquiler de la sala y el precio del menú deben encajar con el presupuesto del rata del director financiero. Aunque esto es fácil. Si no consigues una rebajita en el precio de la sala con tus capacidades de negociación y persuasión, entonces modificas entrantes, platos o tipos de vinos en el menú y ya lo tienes.


Siguiendo con las exigencias, esta vez de mis compañeros, el local tiene que estar en el centro, con metro a la puerta y parking en la esquina. 

¿Solución? ¡los espacios singulares de la ciudad! Es decir, museos, palacetes, edificios históricos... Esta es la parte que me gusta del bodorrio. Disfruto como una enana. Porque para ver si cumplen con los estándares mínimos requeridos por mis invitados, debo ir de excursión a visitarlos. Y tener la oportunidad de ver esos sitios tan increíbles y pasarme la mañana fuera de la oficina pegando la hebra con los comerciales de eventos que te invitan a comer y todo ... ¡¡uff!! ¡¡genial!!


Acostumbrada a estar todo el día entre las cuatro paredes de mi oficina, cuando salgo a la calle, alucino al ver tanta cantidad de personas por ahí. Mientras camino por la acera, reflexiono: ¿porqué hay tanta gente por la calle?, ¿estarán todos en paro? no, no puede ser. ¡Ah! ya sé, son ricos y no necesitan trabajar, jo, qué suerte.... esos son seguro que son turistas ... ¡Hey! mira esa, tiene pinta de estar buscando restaurante para su bodorrio de empresa.

Recuerdo una vez que fui a una conocida vinoteca de la Milla de Oro.  Cuando estábamos estudiando las propuestas de menús, me preguntaron cuál era mi vino preferido y respondí el champán de la zona de Reims, la calidad de la uva allí ... Abrieron una botella y pin pan pin pan. Me fui super chispi de allí. Así da gusto negociar jajaja.


Al igual que en las bodas, también hay cata de menú. Un año fui a un local donde me gustó mucho la comida. Sin embargo, les dije: no estoy del todo segura ¿podría venir otro día con una compañera a ver qué le parece a ella?. Por supuesto que fui una segunda vez a comer gratis con mi compañera jejejeje… eeehhh que no soy tan gorrona, al final les contraté.

En julio ya está todo el tinglado montado. El local señalizado y el menú cerrado y testado.

En octubre envías un comunicado a toda la empresa:

Estimados colaboradores,

La Dirección se complace en invitaros a la cena de Navidad que se celebrará el 18 de diciembre, a las 21h00, en la Galería de Cristal del Palacio de Cibeles.
Por favor, confirmad vuestra asistencia antes del 15 de noviembre a Erika Martin

Y aquí empieza el lío, el estrés, el agobio, los cabreos ...el trabajo duro y desagradecido.


Palacio de Cibeles

Erika, el 18/12 es jueves. Si salimos de copas después, nos acostaremos tarde ¿nos dan el viernes libre? ¿por qué no lo haces en viernes? ¿por qué es cena y no comida?


Erika ¿cómo voy en metro? ¿qué autobuses pasan por ahí? ¿hay buses nocturnos? ¿donde está el parking más cercano? 

Un año hasta me preguntaron cuánto costaba el billete de metro y cuánto la hora de aparcamiento... Pero vamos a ver ¿no vivimos todos en Madrid? ... se me acabó la paciencia y, poseída por el demonio, respondía a todos:
- Llamad al teléfono de información del Ayuntamiento y preguntad allí, que no soy guía turística, joer.
- ¿No tendrás ese teléfono a mano, no?- ¡¡*∞┐⌂∂≥◊¥¥%# H*ª$#Ç*+ @§%ß!!

En las confirmaciones:Erika, es que no sé si asistir. A ver si puedo colocar a los niños con los abuelos, no prometo nada...A ver, solo quiero un sí o un no, no me cuentes tu vida.


Erika, ¿qué pasa si no voy? ... vas a la lista negra por insumiso y anti-empresa. Y algunos van y se lo creen, alucinante.

Erika, ¿cómo hay que vestirse? ... te pones white tie ... ¿¿eso qué es??... ¿para qué preguntas si no tienes ni NP idea de códigos de vestimenta? anda, míralo en wikipedia y déjame en paz.

Hay gente que te dice que no va ir y luego aparece. También al contrario. Entre unos y otros, el día de la cena, tienes que hacer recuento de invitados in situ para que luego no te intenten cobrar cubiertos de más en la factura. Una vez, me cobraron de menos.

A partir de noviembre:

Erika, ¿qué vas nos vas a dar de cenar?. ¿Pescado? jo, no me gusta el pescado. ¿Carne? no me gusta la carne... ¡¡iros todos a la mierda!!


Un año les puse huevos fritos ¡os lo juro! Fue buenísimo verles las caras. El director financiero se me acercó: 

- Erika, ¿cómo se te ocurre? ¿huevos fritos con patatas? 

- Son œuf sur le plat, que suena mejor. Además con el presupuesto que me diste ¿qué querías, comer caviar? 

Aún me sigo partiendo de la risa.
Día D, la boda:

¿Qué os voy a contar? Los pelotas matándose por sentarse al lado del CEO. El resto se va sentando con sus colegas. Se va comiendo, bebiendo. Algunos se desmadran ...

Lo que nunca falla es que hacia el final de la cena, mi jefe siempre me envía un mensaje al móvil:

- Erika, te tienes que prodigar, pasa por las mesas y pregunta si les está gustando tu cena 

- ¡Qué manía! ¡Qué no es mi cena! ¡Es la tuya!
- ¡Tu has organizado este bodorrio! ¡te toca!
- En la invitación ponía "La Dirección se complace..." relacionaros vosotros un poco, que no salís nunca de la zona noble.
- ¡Que vayas! ¡Es tu cena y punto!
- ¡¡¥¥%# H*ª$#Ç*+ @§%ß!! ... que lo sepas.

Y al igual que los novios en las bodas, tengo que ir por las mesas aguantando el chaparrón:

¿Os gustó el menú? ¿estaba bueno?

Noooo, el pescado sabía a pez muerto y la carne estaba como la suela del zapato ... ¡vaya! ahora son todos expertos en gastronomía.
Erika, ¿no repartes puros?¿llevas liga azul? jajaja ...¡serán cabrones! (perdonad por la expresión, es que aquí noto el fuego correr por mis venas)
Erika ¿has negociado copas, verdad? ... no era suficiente con darles de comer, ahora también quieren copas ¡qué gente!

El año que viene la comida o cena se hará en la máquina del café y cada uno que se lleve su tuper ...



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