En realidad, el Madrid es un equipo portugués: Mourinho, Cristiano, Pepe, Carvalho, Di Maria, ¿qué tiene, pues, de extraño que le piten árbitros portugueses?

Publicado el 18 octubre 2010 por Romanas
Recuerdo, sin ninguna nostalgia, que, en  aquellos tiempos en los que yo andaba por el chat que SacoBaco dirige en Público, cada vez que me atrevía a escribir sobre las ingentes canalladas que comete cotidianamente el Real Madrid, al que yo, en mi afán de lograr la exactitud,  llamo Franco Madrid, caían sobre mi alba cabeza toda clase de insultos, al propio tiempo que se le exigía al tal Saco que me expulsara de una vez del chat, lo que este dios minúsculo, al fin, no tuvo más remedio que hacer.Ustedes me perdonarán, seguramente, que vuelva a escribir de fútbol aquí, en una página seria de un blog que pretende tratar sólo de temas serios.Pero es que yo, no sé por qué, pienso que un tema que preocupa profundamente a 20 millones de personas (los seguidores madridistas), y que favorece los intereses del que es, sin duda, el empresario más importante de todos los españoles no es, no puede ser, un tema baladí porque dicho empresario es, perdonenme mi osadía, el hombre más poderoso de España, incluyendo al Rey y a Zp, no por nada sino porque bajo su apariencia episcopal, de santo varón que nunca ha roto un plato, algunos lo llaman “el conseguidor”, entre otras muchas cosas, porque ha logrado, por ejemplo, que su club, el Franco Madrid, obtuviera la recalificación de unas parcelas de nada, situadas en un zona verde, verdísima, de la capital de España, y edificar allí 4 rascacielos de cojones, pasándose por éstos toda la seria y preocupada legislación que al respecto trata de que los españoles no suframos más contaminación y no soportemos más concentración de tráfico en el centro de la enorme ciudad, esto, por poner un sólo ejemplo en el aspecto deportivo, que, en el político, ¿qué les voy a decir?, ahora mismo tiene un conflicto con una compañía eléctrica, Iberdrola, una de las pocas que todavía no ha logrado engullir por “las buenas”, es un decir, mediante una opa hostil, pero que, al resistirse la presunta engullida, el tío va ni más ni menos, llama a Zp y le dice que necesita una ley que favorezca sus intereses y Zp lleva a las Cortes un proyecto de Ley, al que le han dado  lógicamente el sobrenombre de Ley Florentino, según la cual éste ser, no ya sólo superior sino también seráfico, podrá engullir a la pobre eléctrica con total impunidad.Hay quienes se quejan de mi costumbre de citar, en apoyo de mis tesis, la vieja sentencia “excusatio no petita, accusatio manifesta”, pero he aquí lo que acaba de decirle Florentino a El Mundo y que éste publica el pasado 15-04-10: “ El presidente de ACS, Florentino Pérez, dice estar sorprendido por la polémica suscitada por el rol que se le atribuye en la aprobación de la llamada 'enmienda Florentino', la reforma legal que acabará con los blindajes empresariales de algunas empresas cotizadas.-"Estoy sorprendido de que me atribuyan poderes que no tengo", ha afirmado Florentino en la junta general de accionistas de ACS en referencia a las presuntas presiones al Gobierno para que eliminase la limitación del 10% de derecho a voto por accionista en las empresas que cotizan en Bolsa, lo que beneficiaría a la constructora en su pugna por el control de Iberdrola, en la que controla un 12,6%”.Y lo más curioso de todo es la ley del silencio que todos los diarios y revistas especializadas en la materia guardan sobre el asunto, ¿saben por qué?, porque este tiburón que ha conseguido hacerse con todos los recursos del poder en este desvergonzado país, es ya propietario, sociedades mediante, de más del 90% de todas las empresas importantes del país lo que, entre otras cosas, representa que todos los anuncios que se publican en todos los diarios y revistas españolas acaba pagándolos él, así que a ver quién es el guapo que le critica. Y esta vergonzante capa de silencio, tan espesa que apenas si nos deja respirar a los que somos partidarios de la verdad, impide que los grandes medios de comunicación de masas pongan de manifiesto que para este gigante de las finanzas que logra que nuestras Cortes le hagan leyes a su medida, conseguir que esos mismos medios oculten que el Villarato, o sea, que Villar, ese hombre que se fotografió abrazando al presidente del Madrid, enfundado en una de sus camisetas, le nombre a su equipo de fútbol, ya sea en España, o fuera de ella (puesto que es también presidente de la Comisión arbitral de la Fifa), siempre, árbitros condescendientes con sus colores, o sea, si la figura señera del Madrid es ahora Mourinho, de nacionalidad portuguesa, árbitros de esa misma nacionalidad y si es posible, más aún, que sean amigos personales y, todavía más, que sean socios, o sea, que tengan negocios en común.El penúltimo equipo de Mourinho, el Inter, eliminó al Barça, la bestia negra del Madrid, en la última Eurocopa, mediante el arbitraje de un tal Benquerença, del que la mala prensa catalana dijo, sin que nadie la contradijera, que “Algunos medios de comunicación  señalaron incluso que Benquerença era amigo personal del entrenador del Inter, José Mourinho, y que habían sido socios como propietarios de un restaurante en Leiria”.Bien, pues, ahora, cuando el Madrid va a enfrentarse al Milán, el equipo que el año pasado lo eliminó de la Champión, ¿a que no saben ustedes lo que ha vuelto a hacer Villar, sí, ese señor que dio su nombre, Relaño mediante, al Villarato? Sí, lo han adivinado, ha designado para dirigir dicho encuentro a otro, pero qué casualidad, oiga, árbitro portugués, Pedro Proença, pero claro ¿qué puede hacer el pobre Villar, sí, el del Villarato, según Relaño, si en el amplísimo abanico de todos los árbitros internacionales del mundo sólo hay portugueses? No los va a pintar, el pobre, de otra nacionalidad.