¿Qué hacemos? ¿Debemos de respetarles su privacidad o debemos de intervenir en su completa soledad? El día de hoy les compartimos este artículos en No Creas Nada.
Y para explicar de una forma más practica ponemos de ejemplo la exitosa serie de Netflix, Black Mirror, que tanto furor causó y a día de hoy sigue causando. Black Mirror siempre nos sumerge en una trama que tiene mucho más de real de lo que pensamos.
Un claro ejemplo es como los dispositivos electrónicos cada día tienen más importancia en nuestro vivir. Les aseguro que Black Mirror trata más temas sobre la condición humana que sobre la misma tecnología.
Nos pasa por alto el caso de la paternidad en Black Mirror, en el cual se hizo enfasis en el segundo capitulo de la cuarta temporada de la serie, llamado “Arkangel”.
La temática empieza narrando la historia de Marie, una madre soltera, la cual decide implantar un chip en su hija Sara, para vigilar a su hija, algo así como un control parental mucho más avanzado.
Sin embargo, esto empieza a ser peligroso y Marie decide que Sara crezca sin ayuda de la herramienta “Arkangel”. Sin embargo, Sara crece y se vuelve una joven rebelde, por lo que Marie reconsidera implantarle el chip a su hija.
Según los críticos más respetados del sector, esta es una clara crítica, ya que el episodio muestra una tecnología existente y demuestra como esta podía echar a perder todo en el futuro.
Es algo muy icónico, pues nunca se había tocado este tipo de temas en Black Mirror y además, fue el primer capitulo en ser dirigido por una mujer en la serie.
Entonces, es trabajo de nosotros reflexionar si es mejor respetar la privacidad y espacio de nuestros hijos o si por el contrario deberías de intervenir ante los grandes peligros del mundo exterior o incluso del propio internet.
Siguiendo con Black Mirror podemos notar una obsesión de cuidado por parte de Marie la madre hacía su hija Sara. Una critica a todos los padres que quieren mantener en casa a sus hijos, alejados de todos los problemas del mundo y es la razón más convincente por la que hay muchos “fracasados” en el mundo actual.
No debemos de dejar que nuestros hijos se manejen solo, pero tampoco podemos prohibirles que salga o que tenga acceso a la red. Sin duda existen herramientas, que si se usan correctamente, ayudan a la monitorización de tu hijo, al querer entrar en sitios que no debería de visitar.
Es esencial dejarlo que se equivoque y dejarlo que tome sus propias decisiones, así estén erradas para que de esta forma desarrolle su criterio propio. ¡No hagas menos por querer hacer más!
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