En septiembre aguas mil

Publicado el 25 septiembre 2013 por Eazkoitia

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El día 1 de septiembre empezó oficialmente la primavera en Nueva Zelanda. ¿El 1? Sí, aquí no se complican la vida con equinoccios ni demás esoterismos. ¿Primavera? Sí, recordamos que al estar en el hemisferio sur tenemos las estaciones “al revés” por lo que nos está empezando a llegar el calorcito que os va abandonando a vosotros.

El primer indicador de que la primavera estaba llegando fue el magnolio que tenemos en el jardín, en dos días pasó de estar vacío a verse como aparece en las fotos superiores. El segundo indicador está siendo la lluvia que, en un titánico esfuerzo por regar la infinidad de plantas de Hawke’s Bay, rara vez nos ha abandonado en todo el mes.




Eso sí, en los días donde Lorenzo campa a sus anchas por el cielo esto es un espectáculo, floralmente hablando, ya que las plantas crecen a una velocidad asombrosa. Es lo que aquí se conoce como “blossom” y le tienen dedicado un festival, el “Blossom Festival”.

La atracción estrella del festival es el desfile de asociaciones o agrupaciones culturales por las calles de Hastings. Es un desfile al estilo de las cabalgatas de los Reyes Magos, con la diferencia que en lugar de carrozas con reyes orientales aquí hay carrozas con niños del colegio de Flaxmere (La Mina) haciendo Hakas, otras con gente meditando e incluso una con las redactoras del periódico local bailando.

El desfile fue interesante de ver porque reflejó el espíritu integrador de la población kiwi. Todo el mundo tenía su sitio en él. La comunidad india de la zona desfilaba vestida con sus trajes tradicionales mientras bailaban, lo mismo con los coreanos y los chinos. Vimos a la asociación de gente que tiene perros de razas peligrosas pero que están bien educados (los perros) paseando a sus mascotas justo después de la asociación espiritual Falun Dafa (gente que medita).

Participaron también unas niñas que hacen de animadoras al estilo americano, la asociación de gente que tiene motos Harley Davidsons, la orquesta de la Salvation Army (una secta religioso-caritativa que es una mafia muy poderosa) y la familia que hace miel. Desfilaron las señoras mayores que hacen danza del vientre, gente que tiene coches clásicos y un largo etcétera de grupos bastante pintorescos.

Como comentamos en la actualización anterior estamos esperando a que haga buen tiempo para hacer el Tongariro (alias Monte del Destino) Alpine Crossing, pero de momento parece ser que está impracticable a menos que lleves crampones y piolets así que lo hemos ido posponiendo. Intentaremos no marcharnos de Nueva Zelanda sin haberlo hecho.
Entre tanto nos hemos dedicado al dominguerismo siempre que hemos podido, principalmente en los alrededores de Hastings. De este modo hemos descubierto que hace muchos años, cuando las aduanas de Nueva Zelanda no tenían un programa de televisión donde enseñan lo estrictos que son, un señor se trajo semillas de Secuoyas Gigantes de California y las plantó en las faldas de Te Mata.
Estos árboles necesitan siglos para alcanzar el tamaño de los ejemplares del Parque de Yosemite en California, pero aquí tienen buena tierra y parece que crecen a buen ritmo.Cuando preparábamos el viaje a Nueva Zelanda en principio la idea era venir un mes. Teníamos serias dudas acerca de qué visitar: ambas islas o sólo una. En todos los sitios donde miramos y todas las recomendaciones que recibimos fueron siempre en la dirección de visitar la isla sur y, en caso de tener tiempo, la norte. La isla sur es más salvaje, tiene paisajes espectaculares, todo es más extremo… vale muy bien. Hemos visitado ambas islas y ciertamente la isla sur es impresionante, ¿pero lo es más que la norte? Os dejamos alguna foto que hemos tomado en Te Mata para que, en caso de querer pasaros por aquí, podáis haceros una idea de cómo es la parte de la isla norte que no parece que vaya a entrar en erupción.


Hace un par de semanas se celebraron carreras de caballos en el hipódromo de Hastings. La entrada era gratuita. Evidentemente fuimos.

Yo supongo que la gracia de las carreras de caballos es apostar, pero yo no pienso arriesgar el dinero intentando adivinar si va a ganar “Lazy Bastard III” o “Cordon Bleu du Lach Azur” o si “Miss Red Caviar” quedará en tercera o cuarta posición mientras “Sir Crazy Lanzelot” queda último. Así que si uno no apuesta tiene que intentar entretenerse con otras cosas.
Nosotros nos dedicamos a pasear por el hipódromo como señoritos andaluces, mirando a los caballos atentamente con semblante serio haciendo ver que éramos capaces de distinguir machos de hembras sin tener que hacer contorsionismo para mirarles los bajos. El semblante serio hubo que mudarlo al ver a los jockeys. Qué pasmo. Parecen duendes. Son gente de otra raza, en serio. Pequeños, paticortos, delgaditos y desgarbados con ojos achinados, dientes de conejo y orejas en punta. Seguro que tienen voz de pito. Además son, en general, excéntricos a la hora de vestirse.
Curioso también es el corral en el que los caballos calientan ya que en él se encuentran los dueños y dueñas, emperifollados y emperifolladas a más no poder, paseando con sus animales a modo de tío vivo.
La verdad es que el hipódromo fue bonito de ver, los caballos muy grandes todos y los jockeys bastante inquietantes en general. Yo no creo que vuelva a menos que también haya carreras de galgos ya que me muero de ganas de ver cómo son los jockeys que los montan.Pero la actividad estrella de este lluvioso septiembre ha sido el ciclismo. Hace poco tiempo adecentaron un montón de caminos que unen diferentes bodegas (esta es tierra de vino, aceite y fruta en general) consiguiendo unos 200 km de carril bici que, francamente, está muy bien hecho.
El único pero que le podemos poner es que el camino está plagado de puertas autocerrables que son bastante incómodas de pasar. Afortunadamente algunas tienen carteles humorísticos donde te avisan que las vacas que te encuentres pueden ser malas.

Entre el sábado y el domingo pasado hicimos más de 80 km (llano todo) entre viñedos, manzanos y vacas que resultaron ser muy mansas.

Entre las cosas interesantes que nos encontramos se lleva la palma la vía de evacuación por tsunami, con un bonito cartel anunciándola, pero con el camino cerrado con candado.
Y ya para finalizar la actualización vamos con la anécdota del mes. Si la actualización fuese en catalán con esto de anécdota habría una broma muy fina, avisados estáis los catalanoparlantes. Va de patos. Igual que las plantas están floreciendo, los patos están aumentando la familia. Hemos visto patas con dos patitos y patas con catorce patitos. Pues bien, una de esas familias numerosas consideró que la piscina era un buen lugar para bañarse, sin pensar que es fácil entrar pero imposible salir. Ningún problema, con un poco de paciencia, un tronco y vigilando muy bien al gato, conseguimos que la familia entera se fuese con la fiesta a otra parte.
Y esto es todo por ahora. El día 1 nos vamos a Palmerston North, con una familia que genera su propia electricidad (todavía no sabemos cómo) así que es probable que no actualicemos desde ahí.


PS: Mientras escribía esto, llovía.

Una de los límites de la propiedad donde estamos es un pequeño riachuelo que el gobierno local adecentó hace algún tiempo; antes estaba considerado como un sumidero público. Como decía, el Ayuntamiento arregló las riberas y la llanura de inundación haciendo un camino de gravilla que actualmente es muy utilizado por vecinos para hacer deporte aunque también como atajo para llegar a Havelock North.
El terreno donde se asientan las construcciones de la zona se encuentra elevado unos diez metros respecto a la llanura de inundación. La transición se realiza mediante un montículo de pendiente pronunciada donde se está llevando a cabo una campaña de plantación de árboles y arbustos nativos. El señor que lo coordina y que hace gran parte del trabajo se llama Maurice y esta actividad constituye su “trabajo de jubilado”. Maurice es un señor que trabajó muchos años para Monsanto y otras compañías por el estilo y hace un tiempo se jubiló. Una vez jubilado aquí existe lo que se llama “retirement jobs” que básicamente son empleos de media jornada que llevan a cabo jubilados: guías turísticos, atención al ciudadano y, en el caso de Maurice, reforestación con plantas nativas. Él lo coordina todo de tal manera que las plantas son sembradas en tiestos por niños de las escuelas primarias de la zona (cada niño se ocupa de cinco plantas) y  luego los mayores (escuelas secundarias o formación profesional) acompañan a Maurice y las plantan en su lugar definitivo en el terraplén. En el caso del terraplén de nuestra zona fuimos Marina y yo los que acompañamos a Maurice y plantamos alrededor de 500 ejemplares.Pues bien, después de esta pequeña introducción acerca del riachuelo, la llanura de inundación y el terraplén, os dejo una foto tomada después del episodio de lluvia.
Afortunadamente esto no es un país de tontos en el que la gente construye viviendas en la zona inundable de un río, así que a pesar de la magnitud de la inundación nadie se ha quejado. Ni siquiera los patos.

Enrique & Marina
English version

In New Zealand, spring started officially on the 1st of September. The 1st? Yes, that’s weird for people from the Northern Hemisphere because we complicate our lives trying to match the beginning of the seasons with equinoxes and stuff. And Spring? Yes, let us remind you that seasons go “the other way round” in the Southern Hemisphere, so we’re now getting the warm weather that is leaving our family in Catalonia and other places of Spain.


The first signal of spring was given by the magnolia tree in the garden: in just two days went from naked to be like it is in the pictures above. The second signal was the rain which, in his attempt to keep all the plants in Hawke’s Bay watered, has hardly left us alone for one day.




But, on sunny days, we’ve got a truly impressive floral show, as they grow at an amazing speed. And Hastings has its own “Blossom Festival”, as many other cities!

The main activity was the Blossom Festival Parade with floats from all the schools, associations and local businesses. There were the kids from Flaxmere doing their Haka, some guys meditating at the back of a ute and even the editors of the local tabloid joined the party.

The parade was really interesting to see the inclusive nature of the kiwis.  Everyone had his place in the party. The Hindu community was marching and dancing dressed in their special ceremony clothes, the Koreans and the Chinese came, too. We saw the association of owners of well-trained dangerous breed dogs walking their pets just after the spiritual group Falun Dafa (a bunch of guys who meditate together).

What else… We had a team of American style cheerleaders, the Harley Davidson riders wearing pink laces against the gender violence, the Salvation Army band playing hymns and the family who owns the honey factory at the end of the road. About three groups of belly dancers: girls, ladies and old ladies, classic cars enthusiasts and many other quaint societies.

We said in the past update that we were waiting to do the Tongariro (Mount Doom) Alpine Crossing. Well, we’re still waiting because, so far, the weather hasn’t been good enough to be safe and worth to do the hike. We’ll try not to leave New Zealand without walking this track.
In the meantime, we’ve been simply wandering around the Hastings area. While doing so, we’ve discovered that, lots of years before New Zealand had a TV show about the strictness of their border controls, some fellow brought giant redwood seeds from California and planted them in the slopes of Te Mata.
These trees need centuries to become as big as the Yosemite Park redwoods of California, but there’s good soil here and they looks like they’re growing at a fairly good speed.We first time we were planning to visit New Zealand we could stay just for a month or two. Our main concern was what to visit: North Island, South Island or both? All the advice leaded us to the South Island and to leave the North for latter with more time. Well, the South Island is certainly wilder than the North, with stunning views, extreme landscape… very nice. After seeing both islands, we can say the South Island is spectacular, but is it more spectacular than the North? Here you have some pictures taken from the Te Mata for you to judge by yourself.


A couple of weeks ago, the Spring races were on in the Hastings Race Course. Free admission. Of course we went.

I guess the fun part of the races is betting, but we’re short enough of money to risk any dollars trying to figure out if the winner is going to be “Lazy Bastard III” or “Cordon Bleu du Lach Azur”. Or whether “Miss Red Caviar” will be the third or the fourth while “Sir Crazy Lanzelot” gets the last to the end.
We walked around the race course like Prince William and Kate Middleton do in Ascot, looking carefully to every horse pretending we were able to distinguish males from females with no need to look at their bottoms.However, we had to suddenly give up this activity when we saw the jockeys. Wow! They certainly look like elfs. Small, short legs, skinny and lanky, slanted eyes, buckteeth and pointed ears. They may even have squeaky voice. Besides, they’re really eccentric in terms of fashion.
Quite interesting was the warming up yard, too. Place where horses, trainers and wealthy all dressed up horse owners meet. Then this lasts take the horses and make them march in circles as in a live carousel.
That was a pretty interesting Saturday afternoon activity: the horses, very big and nice all of them and the jockeys, quite perturbing in general. I don’t think we’ll go back to the races unless we find greyhound competitions. Enrique is dying to know how their jockeys will look like. But during this wet September, our main pastime has been riding. Some time ago, lots of paths were arranged to link different wineries of the area (Hawke’s Bay is well known for its wine, olive oil and fruit). Currently the area has 200 km of bike trails which, honestly, are really well done and kept.
If we have to complain about something (which we always have) is that the way is full of gates to keep the stock in the different properties. Luckily, some of the fences have funny posters to aware you about the bad temper of the cows.

Between Saturday and Sunday, we ride a total of about 80 km (totally flat) between vineyards, apple orchards and cows which were better behaved that what the posters said.

Among all the bizarre signals we saw, the winner is this one: a good looking screen telling which way you should follow to scape a tsunami but the gate safely closed with a lock.
And finally, here is the anecdote of the month. It’s about ducks. In the same way the flowers are blossoming, the ducks are extending their families in spring. We’ve found ducks with two ducklings and ducks with fourteen ducklings. One of this large families decided to jump into the pool but what they didn’t think about was that jump in was easy but jump off was impossible for the babies. No problem, we had lots of patience, a log and the cat under surveillance to get them out of there.
And that’s all, folks. The 1st of October we’ll move to Palmerston North. Our hosts there make their own power (we still don’t know how), so we probably won’t update the blog from there. PS: While I was writing this, it was pouring cats and dogs.One of the boundaries of the property is a little stream. The council has been taking care of it during the last few years and also the Pattisons who have been planting trees since they settle down here decades ago and the stream was a huge sad public tip.
The council has arranged the river banks and the floodplains leaving a gravel path on each side of the stream which the locals use to go running, cycling or walking and as a shortcut to get to Havelock North.
The ground floor of the surrounding buildings is around 10 meters higher than the floodplains and a steep slope makes the transition from one level to the other. On this slope, the local government is carrying out a vegetation campaign with native trees and bush. Maurice is the leader of this task and this constitutes his “retirement job”.During his professional life, Maurice worked for Monsanto and other companies of the same business but he’s been retired for a while. Now his job is still related with plants but in a different way. First, he shows how to plant seeds to local primary school kids and each of them will take care of five plants. When the native plants are big enough, older kids from high school or college will place them in their final location by the stream. In this case, Enrique and I did the college kids’ job in the boundary of the property and, at the end, I think we planted around 500 specimens.  Well, that was the little story about the stream, now my point. After the rain, the stream, the slope and the floodplain look like this.
Luckily, kiwis are bright enough to not build anything on the floodplain, so no one is complaining about the floods. Not even the ducks. Enrique & Marina