Conviene no moverse; no seguir los deseos, las emociones, las pasiones (que envilecen y agotan) Es la hora de ser razonable y de la paciencia, de adaptarse a las circunstancias reinantes, recordando que todo cambia (la acción del yin-yang) y que ya se presentarán nuevas oportunidades. Y, sobre todo, es preciso recordar que si las cosas se hacen bien desde el principio o en concordancia con el tiempo que se vive, todo irá bien al final. (I Ching)
Conviene no moverse; no seguir los deseos, las emociones, las pasiones (que envilecen y agotan) Es la hora de ser razonable y de la paciencia, de adaptarse a las circunstancias reinantes, recordando que todo cambia (la acción del yin-yang) y que ya se presentarán nuevas oportunidades. Y, sobre todo, es preciso recordar que si las cosas se hacen bien desde el principio o en concordancia con el tiempo que se vive, todo irá bien al final. (I Ching)