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La Vendée Globe es una de las regatas más duras que se celebran en el mundo, hasta el punto de que los participantes arriesgan su propia vida. En esta película, basada en hechos reales, Frank Drevil (Guillaume Canet) es un regatista que se lesiona días antes de la prueba y que es sustituido por Yann Kermadec (François Cluzet). Al llegar a la altura de Cabo Verde, Yann se ve forzado a parar porque el barco se ha averiado. Cuando regresa a alta mar, nota que algo va mal. Pero ya es tarde para remediarlo. Tiene que llegar hasta el final.
Calificación: 5,930.
Ficha:
Título Original: En solitaire.
Director: Christophe Offenstein.
Guionistas: Jean Cottin, Christophe Offenstein.
Intérpretes: Guillaume Canet, François Cluzet, Karine Vanasse, Arly Jover, Virginie Efira, Jean-Paul Rouve, Samy Seghir, Dana Prigent, José Coronado, Guillaume Nicloux, François Jerosme, Emmanuelle Bercot, Philippe Lefebvre, Lucas Bonnifait, Laure Duthilleul.
Productores: Jean Cottin, Sidonie Dumas, Laurent Taïeb.
Fotografía: Guillaume Schiffman.
Música: Víctor Reyes.
Montaje: Véronique Lange.
Diseño de Producción: Thierry Chavenon.
Diseño de Vestuario: Muriel Legrand.
Países: Francia, Bélgica, España.
Lugares de Rodaje: Fuerteventura (España).
Fechas de Rodaje: De 01-10-2012 a 20-12-2012.
Año: 2013.
Duración: 96 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 7 años.
Género: Aventuras, Drama.
Estreno: 01-01-2014.
Distribuidora: A Contracorriente Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Crítica:
08-01-2014 – JOSU EGUREN
Atención: Drama a bordo
Embarcado en la Vendée Globe, una regata cuatrienal alrededor del mundo en la que han participado héroes de las travesías en solitario como el vasco José Luis Ugarte, el novel francés Christophe Offenstein acepta el reto de desarrollar una ocurrencia del guionista Frédéric Petitjean con la complicidad de ese involuntario salvavidas de los dramas melifluos en que se ha convertido François Cluzet (la media naranja blanca y burguesa de “Intocable”).
Con el océano como último refugio para un viejo lobo de mar que ha abandonado sus problemas en tierra, “En solitario” parecía abocada a enmarcar un complejo ‘tour de force’ entre las derivas psicológicas del protagonista y la fuerza de los elementos, reparando la forma de lo que no fueron los biopics aventureros de Charles Lindbergh (“El héroe solitario”, 1957) y Amelia Earhart (“Amelia”, 2009). Un espejismo marino, porque los intereses económicos de los productores dictan una realidad en la que la mágica aparición de un polizón subsahariano sirve de muleta a un personaje que se desvanece en presencia de extraños. Offenstein se aleja diez grados de la ruta Hemingway para seguir la estela de innumerables dramas interculturales, pero sin dar el paso de razonar “En solitario” a imagen de la magistral “Infierno en el Pacífico”, de John Boorman, sino como respuesta diferida, y puede que autoconsciente, al modelo que representaron Robert Zemeckis y Tom Hanks.
La medida del interés de Offenstein por el polizón es la profundidad dramática de un personaje -interpretado por el actor franco-argelino Samy Seghir- con menos peso específico que el Wilson de “Náufrago”, aunque los primeros planos al rostro de François Cluzet, y la habilidad fotográfica que exhibe cuando se propone empapar la narración con la fuerza de las olas, distraen al espectador de un vago discurso aleccionador que fracasa cuando se propone mostrarnos la importancia de un ser humano que deviene en lastre moral.