Los guerreros del Cholo Simeone saltaron al campo de Vallecas con la intensidad que les caracteriza y que mostraron en el arranque de la vuelta de la Supercopa. Pero en esta ocasión todo fue un espejismo. Poco a poco fueron cediendo terreno y el partido comenzó a igualarse. Los Colchoneros no se sentían nada cómodos sobre el césped aunque no sufrían con las llegadas de los locales. Gabi tuvo el gol en un remate desde el centro del campo con el arco vacío, pero fue demasiado débil.
Vestidos de amarillo, Atleti no podía meterle velocidad a sus acciones y en la primera que lo hicieron a punto estuvieron de abrir el marcador, con una escapada de Ansaldi que finalizó Mandzukic al lateral de la red. Y dos minutos después, el croata volvió a perdonar.
La segunda mitad no varió mucho porque los de Madrid no lograban imponer su estilo ante un Rayo conformista, que tampoco conseguía hacer daño. El juego era muy trabado y eso perjudicaba a los de Simeone, que jugaban muy lejos del área local. Llegaban los cambios buscando un nuevo rumbo en el partido pero tampoco parecía suficiente.
El partido entraba en la recta final y Vallecas comenzaba a creer en cosas mayores. De hecho fue Moyá quien evitó que los locales se adelantaran, con su atajada al cabezazo de Manucho. Sin reacción en ataque, Simeone decidió sacar del campo a sus dos delanteros, Raúl Jiménez y Mandzukic, para dar entrada a Héctor y Saúl, mientras Griezmann adelantaba su posición.
Este cambio de puntas no solo no mejoró la imagen del equipo sino que la empeoró. Los últimos minutos fueron de claro color franjirrojo mientras Atlético parecía esperar el final. Por primera vez en mucho tiempo un equipo parecía superar en intensidad a los guerreros del Cholo. Reparto de puntos en un duelo igualado que deja más satisfechos a los locales que a los visitantes.
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