¡Pues sí! Naciste mujer pero la vida no quería lastimarte. Los demás sí pero le llamaban poesía. Entiende, la vida es tan solo un estante sin fondo, y no por mucho estudiar se hace poesía o poeta. La poesía es una flor que a veces, nace en el fango y se deshace con la lluvia de nuestra memoria...
¡Ajá! Te han dicho siempre que estás loca porque no piensas, vistes, miras educada y sumisamente como las demás, pero no, que existen distintos tipos de locura y que no debe importarnos lo que piensen otros sino lo que piensa y dice el lápiz de la realidad que nos escribe, ¿Acaso seriamos distintas si camináramos sobre papel de arroz sin dejar más huella que escapar de nosotras mismas?
¡Por supuesto! Cada día se vive según lo que se ve pero una vez que se acaban sus destellos buscas aquel minuto en el que vive una flor que no es más que la paz que florece en la ultima luz azul de la tarde y que nos consuela: no todas conocen la felicidad que llevamos dentro y las primeras en ignorarlo somos nosotras mismas...
¡Por Dios! Yo nunca me dije poeta. La poesía me dijo Salud Poeta y me dio su Pandora: florezco bajo la sombra de enfrentar la dura loza de violines ajenos, pues qué otra cosa son los milagros sino un sueño que cayó de un pedazo de la realidad que vivimos, ¿Maldita? Perdón pero Mujer. Vida. Poeta. Poesía. Son Todas palabras de mujeres, ¿No se supone que de luchar —otra fémina en desgracia— contra todo lo que nos enseñaron es de lo que se trata? Quizás es que por más viejo el camino, siempre deja polvo y polvo somos seremos y le gusta vivir en nuestros ojos...
¡Pues sí! Pelear, enfrentar, decir pero sobre la mirada, son muchas cosas femeninas que quizás no vemos siempre, ¿Qué ves al despertar sino la ilusión de seguir viviendo como la maternidad que florece día a día de todo lo que vemos?
¡Anjá!. Te dijeron que poesía es amor, y el amor una extensión del mar: infinito y salobre pero casi siempre nos gusta así, nada cambia sino queremos...
¡De acuerdo! Por nacimiento, la maldición de la poesía me persignará siempre. Porque de día desaparece el papel entre dragones de angustia y de noche alucino el mismo papel que ellos quemaron porque siempre hay algo que olvidé decir, y es que, No, no, todo es solidad, también existen agujeros por donde entran nuestros miedos...
¡Claro! Muchas escogemos la soledad porque es ese lugar oscuro donde nos esperan los monstruos que llevamos dentro, y que no son otra cosa que las tragedias que nos legan quienes nos miran sin saber ¿qué, quiénes somos?, y quieren que seamos como ellos obligándonos a querer morir, a no estar para no escucharlos o soportar cuando dicen a tus espaldas, AMARGADA, ENVIOSA, SUFRIDA, TONTA, tantas féminas groseras, en lugar de pensar que el único hombre que nos interesa es EL RESPETO...
¡Ok! La poesía nunca quiere lastimarnos, es solo un suéter azul cubriendo nuestra nostalgia del daño de los demás y el tiempo. En cambio la vida sí que nos lastima pero le permitimos siete que no nos: cuide, dé fuerzas, ilumine, dé alegría, ilumine el camino, sane, bendiga de la mejor forma que sabe y nos ayude...
¡Por cierto! Eso es todo...Para La Coleccionista de Espejos:
Dlia Mc Donald Woolery