En un estado aconfesional muy, muy lejano…
Publicado el 20 febrero 2018 por Salva Colecha
@salcofa
Perdonadme, pero de verdad que sigo saber en que momento nos han subido al DeLorean y nos han devuelto al S.XVII (tirando por alto), de verdad que no me he enterado. De haberlo hecho le hubiese pedido autógrafos y algún selfie a Doc y por supuesto a Michael J Fox, al que admiro por su lucha generosa contra el Parkinson. Los que tenemos en casa a ese sr con nombre tan raro apreciamos el trabajo de su fundación (pincha aquí).
Pero bueno, volvamos a lo que decía. No se como hemos retrocedido tanto sin que nos hayamos dado cuenta. Aunque bien pensado no se que esperábamos de un gobierno aburrido en su afán de no hacer nada y entregado a las vírgenes y los santos. El caso es que en cuestión de poco tiempo hemos pasado de cierto laicismo a temer por que no vuelvan las hogueras y la picota. No olvidemos que a la Sra Cecilia no le cayó la intemerata por lo del Ecce Homo (¿a que no te acordabas?) y a Drag Sethlas se le archivó la denuncia de la fiscalía por la performance del carnaval de Gran Canaria el año pasado entonces ahora resulta difícil de entender que a un chico de Jaén le caiga una condena por un fotomontaje en el que ponía su cara en lugar de la de Cristo. Una cara que, me van a perdonar ustedes, si te paras a pensarlo fríamente no conoce nadie porque hace 2018 años no pudimos hacerle un retrato al Nazareno. Por tanto, salvando las distancias (abismales), resultaría tan válida la cara esta como la que le puso el genial Velázquez o el inigualable Miguel Angel. Sólo podríamos decir que se aproximaría un poquito la que realizó la ciencia a partir de datos antropomórficos de la época y si queréis que os diga la verdad, me quedo con la faz que le puso nuestro Velázquez. Se han hecho miles de representaciones de Jesús sin que se ofendiese nadie, algunas tan horripilantes como el resultado del Ecce Homo de Borja, y mira que aquello fue como para caérsenos los palos del sombrajo. ¿Porqué ahora nos crispamos tanto? No se, por mi cabecita loca se me pasa si no será que algunos “vieron negocio en ello”, exactamente 480€ con los que se tasa la ofensa. De ser así eso me recordaría demasiado al episodio de las 30 piezas de plata.
Vayamos a lo que nos ocupa. Este chico ha sido condenado a una multa de 480 euros por colgar en Instagram un fotomontaje y ofender con ello los sentimientos religiosos de una cofradía que no cayó en la cuenta de que con la denuncia se daría más publicidad al asunto ese tan ofensivo. Y todavía hay algo más escalofriante. En la facultad me hicieron creer aquello de que España es un país aconfesional (a pesar de los concordatos). Por tanto eso de que se la justicia penal se permita condenas tan pintorescas me chirría un poco, más todavía si tenemos en cuenta que fiscalía de Jaén pidió una multa de nada menos que 2.160 euros, sustituibles por 180 días de prisión en caso de impago. Ante semejante barbaridad no es de extrañar que el chaval optase por marcarse un Galileo Galilei ante el Santo Oficio y se retractara de todo lo retractable para intentar reducir la condena a los famosos 480 euros
¿No va siendo hora de intentar acabar con esta sinrazón y modificar los tipos penales que confunden la protección del derecho a la libertad religiosa con el castigo de cualquier cosa que pueda ser considerada ofensiva por algunas personas de cualquier credo? ¿Y si volviésemos al SXXI y acabásemos con tanta susceptibilidad por parte de todos, tanta crispación generalizada, tanta prohibición y amenaza? ¿Y si los partidos, la justicia y el gobierno se pusiesen a trabajar y se centrasen en cosas más importantes para todos?¿ No saben que se continúa pasando hambre y penurias?