En un mundo de ciegos el tuerto es rey…
Sabio adagio con el cual lamentablemente nos identificamos los colombianos, y es que, pensar que este país es tan “rico” en pobreza; pero no solo la pobreza material si no la pobreza intelectual, la realidad es que sólo unos pocos, los que se pueden encontrar en los círculos más prestigiosos de la sociedad, se consideran los “eruditos por excelencia”, paridos en esta tierra en las más privilegiadas condiciones , por lo general, su árbol genealógico se distribuye entre nombres de familias prestantes, muchos de ellos con algún poder político, otros que han heredado absoluto poder económico , en fin, son aquellos que han trascendido durante mucho tiempo como una especie de jerarquía con talante de realeza destinada a permanecer ubicados en el pináculo de la historia de la sociedad colombiana. Es lógico y coherente pensar que estos individuos como tal no tienen la culpa de lo bendecidos que han sido en esta tierra, tampoco quiero decir que sea un pecado nacer con tantos privilegios (ya quisiera yo…), ni es algo nefasto andar con los bolsillos cargados.
Lo que hoy viene al caso, es la forma como estos eruditos, que por lo general realizan sus estudios en las mejores universidades del mundo , doctores especialistas en economía, ciencias políticas ,sociología, doctores, magisters , especialistas MBA, en administración pública; eminencias en todo, dedican años de formación especializada sin importar el costo de las instituciones a nivel mundial a las que aplican, para luego regresar al país e integrarse al círculo político regente desde hace mucho tiempo, y continúan siendo los sucesores de aquellos que siempre han permanecido en el poder , aquellos cuya ideología ha sido siempre favorecer sus propios intereses más que los de la población a la cual en teoría deben representar bien, y/o garantizar el bienestar de los ciudadanos; no es extraño para nadie el cómo se ha estado manejando el país por parte de estos personajes y el grado de poder que han mantenido por muchos años actuando de manera poco transparente, sin que el pueblo y la opinión pública pueda interferir , denunciar o intervenir cuando a la luz de los hechos, se han estado vulnerando los derechos de los ciudadanos de esta sociedad que, como siempre ha sido sometida y ultrajada sin que nada se pueda hacer.
Afortunadamente, (y esto lo digo con absoluta esperanza), existen y han existido compatriotas que han sido ejemplo, visionarios que se han esforzado, viniendo de abajo han logrado sus sueños, se han preparado y han luchado por ver mejor a este país, que no han sido indiferentes, que han demostrado hacer la cosas con pasión y absoluto interés en el prójimo y que día a día han levantado sus voces de protesta con absoluta seguridad y con absoluto conocimiento; han destapado las vendas de sus ojos y han clamado por la consolidación del país que han visto desangrado y mutilado por los intereses individuales; muchos de ellos fueron ultimados, otros amenazados de muerte, pero aun así su voz no ha callado y exige que los demás despertemos y que encaminemos nuestros esfuerzos a ser cada vez mejores y con la mente sobria y el corazón limpio, que seamos los artífices del cambio, que no seamos ya más ciegos guiados de aquí para allá sin saber a dónde llegaremos.