Que mis
cuadros de nacimiento (<-- click) son todo un éxito no puedo negarlo, ¡y feliz por ello! La semana pasada tuve que ir dos veces a comprarlos porque me quedé sin existencias y desde el lunes estoy de nuevo sin ellos. Los pedidos que han entrado esta semana los he programado para enviar la que viene; aprovechando que mi marido coge vacaciones voy a llevármelo ¡para que me ayude a cargar más! :)
Sabéis que además estos cuadros, si no tenéis los datos del peque o simplemente preferís otro complemento decorativo, están disponibles en versión
marcos de fotos (<-- click). El único que he enseñado por aquí fue en color rosa en
esta entrada (<-- click) y hoy os lo traigo en celeste.
Con este marco me ha pasado una cosa muy curiosa (y que yo siempre comento en mis
cursos de Diseño Gráfico). Este pedido iba con su cuadro de nacimiento a juego. El diseño de los topitos y el pantone tanto del passepartout como de la lámina era el mismo peeeeeeeeeeeeero, al sacarlos por dos impresoras diferentes, ¡el tono cambiaba! Lógicamente, las cosas no podían quedar de esta manera, así que saqué las dos cosas por la misma máquina. Sin montar los puse uno al lado del otro y ¡perfecto! mismo color como cabía esperar. Y de nuevo peeeeeeeeeeeeeeeero, al montarlos en los cuadros correspondientes, al ir el passepartout al lado del blanco del papel que sustituye a la foto y la lámina combinada con un tono camel... ¡parecían diferentes! Ups! Ilusiones ópticas, ¿verdad? Eva, la mami que recibió las dos cositas me lo comentó por whatsapp y le conté lo mismo que os acabo de escribir jejeje ¡Simplemente con poner una foto del peque dentro ya es otra cosa! Pero oye, que me dio quebraderos de cabeza el tema ;)
¿Os ha pasado algo así alguna vez? ¡¡¡¡Un besote!!!!
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