Todo un pelotón de policias, con cascos anti-disturbios, chalecos anti-bala, porras y otros enseres represores para desalojar a una familia de su hogar, con 3 niños pequeños, el menor de apenas meses.
" En un país de vergüenza", escribía en el título del post y tal vez me pasé calificando así España. No son España ni sus gentes de vergüenza, son sus políticos los que han convertido este país en lo que es, un país saqueado por los políticos corruptos.