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A sus cuarenta y pico años, Antoine (Gustave de Kervern) ha decidido dar un giro a su vida y cambiar de trabajo. Ya no se ganará la vida como músico, sino como un anónimo portero de edificio. En su comunidad vive una mujer prejubilada llamada Mathilde (Catherine Deneuve) que es sinónimo de bondad y altruismo. Hasta que un día Mathilde encuentra una grieta en la pared de su casa, y empieza a temer que el edificio se venga abajo. Cada vez estará más nerviosa, y Antoine desarrollará un instinto sobreprotector para evitar que se la lleve la locura.
Calificación: 6,536.
Tráiler de la Película
Ficha
Título Original: Dans la cour.
Director: Pierre Salvadori.
Guionistas: Pierre Salvadori, David Léotard.
Intérpretes: Catherine Deneuve, Féodor Atkine, Gustave de Kervern, Pio Marmaï, Michèle Moretti, Nicolas Bouchaud, Oleg Kupchik, Garance Clavel, Carole Franck, Olivier Charasson, Bruno Netter, Cécile Descamps, Fred Epaud, Fanny Pierre, Lévanah Solomon.
Productor: Philippe Martin.
Fotografía: Gilles Henry.
Música: Grégoire Hetzel, Stephin Merritt.
Montaje: Isabelle Devinck.
Diseño de Producción: Michel Barthélémy.
Diseño de Vestuario: Virginie Montel.
País: Francia.
Lugares de Rodaje: París (Francia).
Fechas de Rodaje: Octubre de 2012.
Año: 2014.
Duración: 97 minutos.
Edad: No recomendada para menores de 16 años.
Género: Comedia, Drama.
Estreno: 22-08-2014.
DVD (Venta):
Distribuidora: Golem Distribución, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España, Sitio Oficial.
Espectadores: 0.
Recaudación: 0 €.
Crítica
27-08-2014 – JOSU EGUREN
Grietas en el corazón
No hay indicios en la sinopsis del último largometraje de Pierre Salvadori que permitan imaginar el rumbo que tomarán unos personajes desorientados por el roce de la vida y arrojados al vertedero del descontento de un patio parisino. La dificultad de ubicar a Catherine Deneuve -que no para de torcer las líneas de su filmografía- y el concurso de dos gigantes de la interpretación como Féodor Atkine y Gustave de Kervern ahuyentan la tentación de preinterpretar “En un patio de París” en clave de mera comedia costumbrista, una medida que queda afirmada con la concatenación de dos escenas en las que Salvadori aclara que ha dejado atrás el tono pastelón de “Una dulce mentira” (2010) y “Un engaño de lujo” (2006).
En no pocas ocasiones, a Salvadori le pierde la obsesión por marcar distancias y el empeño de cargar a todos los personajes con violentos pasados traumáticos pero, a medida que el guión y el director se desacomplejan, fluye con naturalidad la coherente anormalidad que distingue a los habitantes de un edificio en ruina mental por cuyas grietas se cuela una invocación a la quimérica inquilina de Roman Polanski. La cita visual que alude a “Repulsión” (1965) va más allá del simple guiño para erigirse en auténtica simiente de un poema del desengaño que nos asoma al pozo insondable de la depresión, sin pretender metabolizar el dolor en manual de autoayuda para enfrentar los trastornos psicológicos.
Con valentía, el director francés mantiene una posición de ambigüedad frente a las adicciones politoxicómanas de una comunidad que busca, en las religiones sectarias, los antidepresivos, el speed y la cocaína, vías de escape a una realidad incurable. En su juego de opuestos, Deneuve-Kervern, Salvadori huye del romanticismo rosa para hurgar en las cavidades de la nostalgia, antes de epilogar el relato con una imagen que podría leerse como improbable punto de encuentro entre Claude Sautet y Oscar Wilde.