Enaltecer al maestro es deber de toda la sociedad Creado el Lunes, 22 Diciembre 2014 10:05 | Yosmer | Visto: 119Compartir : Tamaño letra: El 22 de diciembre se celebra en Cuba el Día del Educador porque en fecha similar de 1961 la nación se declaró libre de analfabetismo, el primer y trascendente empeño cultural que llevó adelante la Revolución, apenas alcanzado el triunfo en enero de 1959. Pero esa obra de infinito amor que se sintetiza en educar y enseñar merece reconocimiento cada minuto y cada día de nuestras vidas. Solo así será posible compensar tanta dedicación, e incluso devoción, con la que los maestros y profesores, desde el nivel de enseñanza primaria hasta la universidad, se afanan para que los alumnos aprendan no solo las letras y los números, la historia y la geografía, sino para formarlos integralmente. Porque “Instruir puede cualquiera, educar solo quien sea un evangelio vivo”, como señaló José de la Luz y Caballero, un pensador y filósofo cubano que se destacó en la lucha por la educación pública en el siglo XIX. Son muchas las razones para agasajar a esos hombres y mujeres que prestigian la educación cubana, y en particular la santiaguera, con lugares destacados a nivel nacional por los sólidos resultados que se obtienen curso tras curso escolar. Ellos se empeñan en que la escuela no sea únicamente fuente de conocimiento y aulas abiertas al saber, sino también el lugar donde se siembren valores, se aprenda a convivir y respetar a los demás, donde las normas, actitudes y principios éticos y morales constituyan objetivos básicos en el proceso educativo de las nuevas generaciones. La tarea del docente crece en importancia y se multiplica en el afán por inculcar los valores que la Revolución necesita en los niños, adolescentes y jóvenes porque el conocimiento es el arma fundamental para contrarrestar el egoísmo, la desigualdad y la injusticia, y forjar la solidaridad, la responsabilidad, la honestidad y la laboriosidad. En Cuba las raíces del magisterio se encuentran en el ideario del Padre Félix Varela, el primero que nos enseñó en pensar, y con el triunfo de la Revolución, los maestros han sido fieles continuadores de la ideología Marxista-Leninista y martiana en la que los valores éticos y morales expresan los intereses y anhelos de toda la sociedad. Al reflexionar sobre algunos aspectos del proceso educativo es meritorio reconocer el logro que significa la enseñanza extendida a amplios niveles sociales, aunque se requiere seguir perfeccionándose y elevando su calidad como garantía de la formación integral de los futuros profesionales de la nación. También es preciso ahondar en los mecanismos del vínculo de la escuela con la familia y la comunidad, ya que como reza una vieja sentencia la educación comienza por el hogar, aunque el plantel escolar desempeña un papel decisivo y reconocido. Hay que tener bien claro que educar no es impartir un programa de clases, tiene un contenido más profundo que se imbrica con otro concepto pedagógico clave: formar, y eso va teniendo resultados en las escuelas cubanas, gracias a la labor del maestro que dedica gran parte de su tiempo a sus otros hijos, esos que ven en él un ejemplo. Cuba puede mostrar con orgullo una larga lista de educadores en toda su historia, que crearon una tradición pedagógica y revolucionaria a toda prueba y han tenido que ver directa o indirectamente con la búsqueda de soluciones a nuestro destino nacional. Actualmente la Isla mantiene un activo intercambio a través de convenios de colaboración con otras naciones, como el programa de Alfabetización Yo si puedo, que prueba la capacidad creativa de nuestros maestros que hoy buscan los mejores caminos para educar y enseñar a las nuevas generaciones, incluso fuera de sus fronteras.Escribir un comentario