Nos hemos vuelto más exigentes. Eso está claro. No hay más que pensar 2 ó 3 años atrás. ¿En qué lugar nos encontramos como clientes? Parece que tenemos la sartén por el mango. Al grito de “nosotros gastamos, nosotros decidimos“, podemos desprestigiar un producto con un simple tweet si no estamos nada contentos con el resultado. Nos aburren con publicidad que no nos interesa. A las empresas se les ve el plumero cuando sólo les interesa vender. Hay marcas que ni nos escuchan cuando tenemos mil cosas que contarles. A veces por despotricar por su mal servicio, otras por hacer que mejoren, como buenos ciudadanos que somos, o como buenos consumidores que sabemos lo que queremos y queremos que nos lo “fabriquen”.
¿Qué pasa con las empresas?
Ahora como empresas: ¿Acaso las personas que conforman una empresa no son, a su vez, consumidores? Comen, beben, viven en una casa con sus muebles, tienen coche, moto, gato, perro, pululan por las calles, toman cerveza con los amigotes, se visten, hacen running (que está de moda), se atusan las barbas, compran pintauñas, ven el fútbol, la tv, series, van al campo, algunos valientes tienen hijos, que van al cole, que tienen amiguitos, que ven los dibujos… Atentos: ¿todas estas acciones no nos hacen consumir productos y servicios? Entonces, ¿por qué a veces nos cuesta ponernos en el lugar de los clientes?
Somos empresa, somos clientes
Si tienes una pequeña empresa y estás bloqueado (a veces pasa), si no ves crecer tus ventas, si inviertes en publi para nada (habrá que analizar qué tipo de publi), si vas a todos los saraos, mercadillos, congresos, ferias y no te hacen ni caso… Plántate y piensa, reflexiona sobre estas cuestiones:
¿Conozco a mis clientes? Es interesante saber quiénes son, conocer sus nombres, sus gustos, por dónde viven, qué les hace sonreír, a qué se dedican… ¿Cómo vas a venderles algo si no sabes si lo necesitan? ¿Cómo vas a introducir mejoras si no sabes si a ellos les van a gustar?
¿Estoy cerca de mis clientes? Con el comercio electrónico, las tiendas online, las redes sociales, esta pregunta quizás no tenga sentido. Pero no me refiero a estar cerca geográficamente, sino virtualmente. ¿Estoy en las redes sociales en las que están ellos? ¿Estoy anunciándome en la franja horaria en la que ellos están conectados? ¿Estoy comentando como empresa en blogs, foros, webs donde ellos van a poder escucharme? ¿Estoy teniendo presencia con mi web en los sitios en los que mis clientes suelen interactuar?
¿Charlo con mis clientes? Si las dos preguntas anteriores son negativas, conviértelas en positivas, o este tercer paso no tiene sentido. Si ya conoces a tus clientes y estás cerca de ellos, ¿por qué no charlar con ellos? Conocer sus inquietudes, sus gustos, su forma de hablar, echar unas risas con ellos, hablar sobre temas interesantes, jugar con ellos, ofrecerles privilegios a los fans de primera línea…
¿Analizo lo que me dicen? Una vez conoces a tus clientes, te mueves por los mismos sitios que ellos, charlas con ellos a menudo… ¿por qué no pararse a mirar lo que te dicen, pensar si sus ideas pueden ayudarte y por consiguiente ayudarles a ellos? Saber si les gusta que les des los buenos días, que hagas concursos de fotos, que compartas con ellos tu experiencia profesional, consejillos varios, que hables en lenguaje técnico o por el contrario les mola más que te dirijas en un tono más enrollado, si les gustan más las fotos o los video o quizá los podscast.
¿Les doy lo que me piden? Y una vez analizado,¿ por qué no darles el gustazo? Seguro que te lo agradecen. Escribir sobre temas que a ellos les interesan, sin perder el enlace con tu profesión y los productos y servicios que ofreces, pero ojo! sin vender. Centrarse en el usuario, no en el producto. Satisfacer sus necesidades, pues sabemos cuáles son si hemos escuchado y analizado lo que nos dicen.
Claves para un buen marketing de contenidos
Paciencia: no creas que te pones a hacer marketing de contenidos y se trasforma en ventas de la noche a la mañana. El marketing de contenidos es un camino largo pero seguro. Se trata de ganar la confianza del cliente, de expresar tu interés por él, es una relación duradera en el tiempo. Es como la antigua fidelización, pero con el cliente mucho más presente, con un ejercicio muy importante de escucha activa.
Objetivos concretos: además de escucharles y analizar lo que escuchamos, cuando vayamos a “darles lo que quieren” debemos marcar un objetivo concreto que nosotros queremos conseguir con ese contenido. ¿Queremos educarles en cuanto al uso de nuestros productos? ¿Queremos informarles sobre algún cambio en nuestra empresa? ¿Queremos entretenerles para pasar un rato divertido? ¿Queremos emocionar con nuestras acciones? ¿Queremos ayudarles con un problema que han expresado?
Muestra tus encantos: Eres una empresa, con su personalidad, su forma de hacer, con un alma que enseñar. No copies, sé original, auténtico, muéstrate como eres. Humaniza tu marca, enséñala por dentro, por fuera, a sus trabajadores. Así logras que el cliente tenga confianza en tu marca, en tu empresa. Si conoce tu labor, cómo se lleva a cabo, quién la lleva a cabo, no hay secretos, y eso como cliente se agradece, no crees?
Una conversación constante: compartir, interactuar, aclarar, bromear, charlar, probar, preguntar… Los clientes son personas, tú eres cliente también, piensa en lo bien que sienta cuando escribes a una gran marca y te contesta. Si tu marca es pequeña no importa. Escribir a una empresa y que te conteste te hace sentir un hormigueillo en el estómago, saber que les importas, que te tienen en cuenta, que te resuelven dudas. Eso queda en la mente del consumidor. Por mucho tiempo.
Marketing de Contenidos
Factores técnicos para el content marketing
Si ya te has decidido por esta estrategia de marketing, a por ella! Ponte al lío con estos temas y verás que la imagen que das a tus clientes mejora poco a poco.
- Contenidos de calidad: infórmate, contrasta esa información, analiza tus experiencias vividas, céntrate en un tema, estructura el contenido. Ten especial cuidado con la ortografía, la gramática, la redacción. Puedes tener un artículo muy bueno y muy profesional y cagarla con faltas de ortografía o de expresión. Eso si, no pierdas tu toque personal a la hora de escribir.
- Imágenes de calidad: procura crear tus propias imágenes. A veces el tiempo apremia, y nos olvidamos de las imágenes. Procura aprovechar el tiempo y sacar fotos siempre que puedas en tu empresa. Si es para un post, hay páginas donde poder descargar imágenes libres de derechos. Es importante que se vea bien el producto, que sea una imagen sin píxeles, lo más clara posible, dependiendo de la intención que tengamos.
Fotolia: fotos libres de derechos
Canva: para modificar imágenes y crear las tuyas propias de manera intuitiva
- SEO: cómo olvidarnos de este gigante del marketing online. Contenido de calidad, bien redactado, pero atentos a las palabras clave que nos harán posicionarnos en los primeros puestos de Google! Echa un ojo a estos artículos para hacerte una idea de la importancia del SEO
Isocialweb: ¿Qué es el SEO o posicionamiento web?
Os dejo un par de posts que escribí hace unos meses sobre SEO. Aunque han cambiado algunos algoritmos, estos artículos dan una idea general de por dónde van los tiros, así que tranquis, para entrar en materia no están mal
- Feedback: deja que los lectores comenten tus contenidos, es una forma de sacar buena información de si les ha gustado o no, de si tienen algo más que añadir o simplemente para darles la oportunidad de expresar lo que tengan que decir. También deja que lo compartan, ¿o lo vas a compartir sólo con los que tu crees que son tus clientes? Compartir es vivir!
Apostar por el Marketing de Contenidos es apostar por una buena baza. No tiene resultados inmediatos, pero verás cómo a largo plazo tienes un montón de clientes satisfechos con tu negocio. ¿Y no es ese el motor que nos impulsa cada día? Creamos empresas para satisfacer necesidades que tienen/tenemos los clientes. Hagamos a los clientes partícipes de nuestro negocio.
Si te ha gustado el post, aquí abajo me lo puedes contar. Si te ha servido de ayuda, cuéntame tu experiencia. Si usas el marketing de contenidos desde hace tiempo, cuéntamelo también, soy una cotilla
Marketing de contenidos, C’est la vie!