Enamorándose de un problema. Entrevista con Uri Levine

Publicado el 11 enero 2017 por Marketing News Marketing News @Marketingn

“Yo sé que he creado algo que mucha gente está usando y no hay mayor emoción ni mayor premio que saber que has creado valor, que tu viaje de emprendedor terminó siendo algo significativo”, con esas palabras define Uri Levine el éxito de la aplicación Waze.  Este economista israelita trabajó por algo más de seis años en la empresa, desde su fundación hasta que en 2013 Google la adquirió por 1300 millones de dólares.

La mayor venta de una compañía tecnológica en la historia de Israel sería para muchos suficiente motivo para retirarse o al menos tomarse un par de meses de descanso.  Pero no para Uri: “Empecé Waze en 2007 y para 2009, ya sabía cuál era mi próximo emprendimiento”. El día después de entregar el control de la compañía a Google, Uri salió de Waze a trabajar en sus otros emprendimientos.

Por “otros emprendimientos” nos referimos a una gran cantidad de empresas en las que está involucrado en la actualidad.  Uri es el presidente y en muchos casos  ángel inversor de DreamZon, Zeek, Fairfly, Engie, FeeX, Roomer y Moovit, todas empresas en industrias muy diferentes, pero que tienen dos denominadores comunes: se basan en plataformas digitales y en todas se busca solucionar un problema que muchas personas tienen, así ni siquiera sepan que lo tienen.

Identificando una idea que cambie el mundo

Está claro que Uri sabe algo acerca de emprender.  Por eso muchos se acercan a él, preguntándole la manera de identificar o crear una idea que pueda convertirse en el próximo Waze. “Todo emprendimiento nace de dos sentimientos: amor u odio. Yo, por ejemplo, realmente odio el tráfico”.  Esa es la premisa básica, encontrar un problema que afecte a un número importante de personas en el mundo y que genere valor a la gente el resolverlo.

Uri no se cansa de repetirlo: “Es necesario enamorarse de un problema”.  Esto  se puede utilizar para cualquier tipo de emprendimiento, de la escala que sea. Con tal de que el emprendimiento genere valor al resolver un problema para la gente, seguramente va a ser exitoso.

Sin embargo, si piensa que tiene una idea que va a revolucionar el mundo, Uri recomienda preguntarse: “¿Cómo cambiaría el mercado si tengo éxito? ¿Qué negocios quebrarán a raíz de mi emprendimiento? ¿Qué hará la gente diferente una vez exista mi compañía?  Si no tienen una respuesta para eso, la idea no es lo suficientemente grande”.

Resumiendo, la idea de cualquier emprendimiento para Uri es hacer tres cosas: encontrar un problema que deba ser resuelto, usuarios que necesitan que ese problema se resuelva y su perspectiva acerca del mismo y por último construir una solución a ese problema.

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Creando una empresa a partir de la idea

Una vez se tenga identificada la idea,  el siguiente paso es empezar a ejecutar, es decir, es momento de empezar a crear la empresa. En esta etapa Uri también tiene varias recomendaciones que pueden ser de utilidad para cualquier emprendedor: “Enamórese del problema y no de la solución. Mientras que siga valiendo la pena resolver el problema, usted debe mantenerse enfocado en tratar de resolverlo”.

Normalmente, al iniciar la empresa, se tiene una idea general de cómo será el modelo de negocio,  pero esa idea puede y debe modificarse de acuerdo a las realidades del negocio.  Tal como Uri lo manifiesta: “Al principio, la mayoría de empresas tendrán un plan y modelo de negocio diseñado,  pero en el camino ese modelo de negocio probablemente será ajustado muchas veces, quizás acabando en algo radicalmente diferente al plan original”.  La flexibilidad en los planes junto con el foco en el problema que se está buscando resolver deben ser dos elementos presentes en la mente del emprendedor siempre.

Otra recomendación que da Uri tiene que ver con la cultura organizacional y la calidad de vida que se busque darle a los empleados. Desde el día 0, la empresa debe crear un ADN propio y después esforzarse por mantenerlo. El objetivo es generar un espacio de trabajo en el cual la gente se sienta a gusto.

“Si el razonamiento es el correcto y el viaje es agradable para todos, entonces es mucho más probable que la empresa sea exitosa. Celebren cada vez que algo pasa por primera vez: la primera vez que contratan a alguien, la primera vez que salen en las noticias, la primera vez que sacan un nuevo producto o realizan una actualización”, afirma Uri. De esta manera, todas las personas en la empresa podrán entender y disfrutar los logros que tenga la compañía en su proceso de crecimiento.

No busquen la perfección, busquen algo que sea lo suficientemente bueno

“Lo suficientemente bueno ganará siempre, no es necesario construir el producto perfecto desde el principio”, este es un error recurrente que identifica Uri en los emprendimientos que se refiere a que buscan tener un producto o servicio perfecto antes de salir al mercado.

La recomendación  es  lanzar el producto apenas se considere que es lo suficientemente bueno. Entre antes haga los errores, antes va a poder corregirlos. Usted puede pensar que el producto no está listo, pero no hay nada mejor para probar si en realidad está listo o no que la retroalimentación de los usuarios.

Esfuércese y confíe en su talento

Uri dijo: “Es difícil contar la cantidad de veces que me dijeron que no”. Esto es algo para lo que cualquier emprendedor debe estar preparado. Serán muchas la veces que las personas le cierren la puerta, no quieran invertir en su empresa, no deseen ser sus clientes. Uri repite una y otra vez: “Si el problema que está intentando solucionar afecta a un número importante de personas y el producto o servicio que usted desarrolla les genera valor al solucionarlo, el emprendimiento va a ser exitoso, no importa los imprevistos que tenga”. El emprendedor debe confiar en su idea, confiar en su talento y no rendirse al enfrentar problemas. Y lo más importante de todo “debe aprender a contar una historia, a venderse a sí mismo y la empresa, por medio de una buena historia”.

Uri no es un emprendedor tradicional, vive en una apartamento en arriendo y  admite que su única excentricidad es esquiar regularmente en los Alpes suizos y franceses, aunque ni siquiera ha adquirido una casa allá.  Puede no vivir una vida de lujos, pero afuera de Silicon Valley es difícil encontrar ejemplos de emprendedores que tengan un impacto tan significativo en el día a día de las tantas personas como él.  Su foco lo ha mantenido en “enamorarse de problemas” y  crear negocios para solucionarlos.

Quizás es hora de que usted se siente a pensar de cuál  problema quiere enamorarse.

Camilo Rojas

Consultor en Liquid Thinking Group. Apasionado por el mercadeo y la estrategia de negocios.

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