Vista del polo sur de la luna Encélado y la explicación de forma muy gráfica de la diferencia entre la emisión de energía predicha y la observada. Crédito: NASA/JPL/SWRI/SSI
La región polar sur de una gélida luna de Saturno emite mucho más calor que el Parque Nacional de Yellowstone, el punto caliente geológico más famoso de la Tierra, según un nuevo estudio.
Usando datos de la nave Cassini de la NASA, los investigadores han determinado que los confines australes de Encélado, la luna de Saturno, producen unos 15,8 gigawatts de energía generada por el calor. Esto es aproximadamente 2,6 veces la emisión de energía de todas las aguas termales dentro y alrededor de Yellowstone – y 10 veces más de lo que habían predicho los científicos, dicen los investigadores.
Los nuevos hallazgos intrigan a los científicos, dado que añaden más pruebas a la probabilidad de un océano de agua líquida bajo la corteza helada de Encélado. Pero también en desconcertante – los investigadores no están seguros de dónde procede todo este calor.
“El mecanismo capaz de producir esa energía interna observada, mucha más de la esperada, sigue siendo un misterio y desafía los modelos actualmente propuestos para la producción de calor a largo plazo”, dice la autora principal del estudio Carly Howett, del Instituto de Investigación Southwest en Boulder, Colorado, en un comunicado de la NASA el lunes 7 de marzo.
Un punto caliente en un mundo helado
Encélado es la sexta luna más grande de Saturno, y tiene una gélida superficie pero un interior activo y turbio – al menos cerca de su polo sur. En esa región, la actividad geotérmica está centrada en cuatro zanjas aproximadamente paralelas informalmente conocidas como “rayas de tigre”.
Estas fisuras – cada una de 130 kilómetros de largo y 2 kilómetros de ancho – expulsan grandes columnas de vapor de agua y otras partículas al espacio. Cassini descubrió por primera vez los géiseres de hielo de Encélado en 2005.
En el nuevo estudio, los investigadores usaron el espectrómetro infrarrojo compuesto de Cassini para estudiar las temperaturas de superficie en la región polar sur de Encélado. Usaron entonces las observaciones para determinar la emisión de calor del área.
Los 15,8 gigawatts de calor en Encélado medidos por Cassini es aproximadamente el equivalente a la emisión de 20 plantas de energía de quema de carbón. Esto fue una sorpresa, dado que un estudio anterior había predicho que la región debería generar sólo aproximadamente 1,1 gigawatts, con la radiactividad natural propia de Encélado añadiendo otros 0,3 gigawatts adicionales, dicen los investigadores.
El equipo informó de sus hallazgos en el ejemplar del 4 de marzo de la revista Journal of Geophysical Research.
Alimentando el motor de calor de Encélado
Gran parte del calor interno de Encélado probablemente procede de las fuerzas de marea generadas por las interacciones de la luna con Dione, otro satélite de Saturno.
Es posible que la relación orbital de Encélado con Saturno y Dione cambie con el tiempo, espoleando algunos periodos de intenso calor por marea y algunos periodos de relativa tranquilidad, dicen los investigadores.
Por lo que Cassini puede simplemente estar captando a Encélado durante un periodo anormalmente caliente – lo que podría explicar los flujos de calor sorprendentemente altos.
Los nuevos resultados hacen que Encélado sea un candidato aún más atractivo para soportar la vida como la conocemos. Los científicos habían sospechado que un enorme océano de agua líquida yace bajo la corteza helada de la luna, y las lecturas de un mayor calor sólo hacen que esta suposición sea más probable, dicen los investigadores.
En la Tierra, casi invariablemente, la vida logra un asidero allí donde hay agua líquida, por lo que el “sigue el agua” se ha convertido en un mantra para los científicos que buscan vida más allá de la Tierra.
“La posibilidad de agua líquida, una fuente de energía de marea y la observación de compuestos químicos orgánicos [ricos en carbono] en las columnas de Encélado hacen del satélite un lugar de fuerte interés astrobiológico”, comenta Howett.
Artículo traducido y posteado en Ciencia Kanija, el original se publicó en SPACE.