Encontrar el infierno

Publicado el 13 abril 2012 por Elenam @elena_mendez_pe
Cuando la Iglesia se mete a hablar de relaciones sexuales siempre la lía. Parece que gente con a priori tan poca experiencia en este campo, debería ser prudente a la hora de dar lecciones. Cuando alguien que todo lo ignora sobre un asunto se propone adoctrinar a los demás, suele meter la pata. Y así ha sido. Ya sabéis que el
el obispo de Alcalá, Juan Antonio Reig,  aprovechó el otro día el púlpito de excepción que le brindaba la televisión para lanzar urbi et orbe su doctrina sobre los homosexuales. Y dijo: "No se pueden corromper las personas. Ni siquiera con mensajes falsos. Quisiera decir una palabra a aquellas personas que hoy, llevadas por tantas ideologías que acaban por no orientar bien sobre lo que es la sexualidad humana, piensan ya desde niños que tienen atracción hacia las personas de su mismo sexo, y a veces para comprobarlo se corrompen y se prostituyen, o van a clubes de hombres nocturnos". Os aseguro que encuentran el infierno”,
Y a partir de ahí, se armó la de <dios es cristo>, sea dicho sin ánimo de ofender. Parece que en la Iglesia algunos se empeñan en ver la paja en el ojo ajeno y olvidan los casos de pederastia en su propio seno. “¿Por qué miras la paja que hay en el ojo de tu hermano y no ves la viga que está en el tuyo? ¿Cómo puedes decir a tu hermano: “Hermano, deja que te saque la paja de tu ojo”, tú que no ves la viga que tienes en el tuyo? ¡Hipócrita!, saca primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la paja del ojo de tu hermano” (Lucas 6, 41-42).
Desde luego que todos condenamos la prostitución y los abusos de menores sean niños o niñas, pero de ahí a afirmar que lo homosexuales son corrompidos y asiduos a los locales de prostitución, y hasta mentar el infierno.... En fin, casi resulta cómico.
Lo que yo no entiendo es por qué se ha armado tanto revuelo. Los heterosexuales, incluso los católicos, hace mucho que vivimos nuestra sexualidad al margen de lo que la Iglesia propone (todos los hijos que mande dios, por ejemplo), y no nos inmutamos cuando oímos sus homilías. Nadie lanza comunicados de protesta. La Iglesia siempre haciendo amigos...
Lo que si me ha gustado es el artículo que el genial Vargas Llosa publicó en El País: Caza al gay. Tal vez el obispo debería leerlo y no solo él. Y también El sueño del Celta claro!!