Revista Asia

Encontrar una aguja en un pajar, como encontrar una bicicleta en Beijing

Por Alecon
Ayer vi la película Beijing Bicycle del director Wang Xiaoshuai  (en chino十七岁的单车 la traducción literal sería "bicicleta de 17 años).
Encontrar una aguja en un pajar, como encontrar una bicicleta en Beijing
El argumento me llamó la atención ya que se centra en la vida de dos adolescentes de 17 años cuyas vidas se entrelazan a través de una bicicleta. Guei viene del interior a buscar trabajo en la gran ciudad y consigue un puesto de despachante express pero cuando un día su bicicleta es robada, su jefe le hace una oferta insólita ante su persistencia por mantener el trabajo: -si encontras la bicicleta recuperás tu puesto.
Con este componente absurdo comienza la historia, que muestra un Beijing del año 2001 muy distinto al actual, entre otras cosas, siguen habiendo millones de bicicletas (de hecho no he visto en otra ciudad tantas bicisendas como en Beijing), pero a diferencia de la pelicula, ahora hay cada vez más autos, motos y bicicletas con motor.
La trama genera diálogos interesantes que reflejan uno de los temas principales de la película, las enormes diferencias sociales entre ricos y pobres que genera el vertiginoso crecimiento en China. Guei y su amigo espían a una mujer que creen rica y piensan -los ricos nunca sonríen.-he escuchado que en los hoteles hay música en los baños, así nunca me podría concentrar.
Desde el humor se retrata el desconocimiento de Guei cuando desconoce el sistema de puertas giratorias o la sumisión que tienen los chinos de clase baja (o el segundo protagonista con su padre). A veces tenía la impresión en China que los empleados no cuestionan a sus jefes al nivel absurdo de ser un disco rallado. Esto se mezcla cuando Guei entra a un spa chino, muy comunes en todas las ciudades y no queriendo contradecir a los empleados se quita la ropa y accede a bañarse, entre el desconocimiento por el lugar y la sumision de seguir órdenes. La recepcionista le obligará a pagar luego por la ducha, momento que se resuelve cuando el jefe apela al sentido común y le dice a la empleada -Ni que pudiera pagarlo.
Entre el cine y el arte chino hay una continuidad estética en el empleo de colores. A veces parece que todo es blanco, negro, gris y tierra y el único color que se expresa furioso es el rojo: en las calles, los labios y tacos de la mujer, los decorados.
La manera en que los dos protagonistas resuelven el conflicto me resultó también muy chino. Como ambos habían recibido la misma bicicleta legitimamente (uno por compra, el otro en el trabajo) se la repartirían un día cada uno. En soluciones domésticas como en la ley, en China se pondera el principio de la armonía. Un amigo me contó allá una historia: lo golpearon por sorpresa dos borrachos y cuando se defendió con una trompada le rompió la nariz. El resultado: el tuvo que pagarle una indemnización al borracho. Porque al concepto de armonía no le importa quien empezó la pelea como nosotros pensaríamos sino frente a los hechos, como terminaron y si hay alguno más desfavorecido. Mi amigo aprendió que para otra vez dejarse golpear y la segunda vez la indemnización la cobró él. :)

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