Encontrarás cabrones, amigo sagitario. Tendrás que apretar los dientes, alejarte del espacio para volver más viejo y perro, cinvenir con nadie en que el tiempo ni da ni quita razones, que las circunstancias no ponen a cada uno en su sitio, que la profundidad del cielo depende del tráfico de nubes ocasional, que pocas propinas merece este servicio personal. Encontrarás cabrones que te condenarán al silencio, encontrarás cabrones que desactivarán tu deseo, no podrás resistirte a la tentación, serás liberado en la noche de los tiempos y no habrá manera de saber qué día es, qué año será, cuáles fueron los motivos. Una señora musita a su compañera de procesión: "Lo moreno que está hoy el Señor". Ha cogido color. Los muertos del hombre del tiempo. La cuadrilla de salvajes ocupas del alma colectiva mecen al Señor al ritmo triste del turismo espiritual, los erasmus medio borrachos buscan sensaciones nunca escritas, como si fuera tan fácil encadenar un suicidio detrás de otro, pero lo intentan a su manera minifaldera, y en la esquina venden montaditos de pasión por un leuro. Jesús el Patrocinado, mañana el Tumbaíto, campa por sus respetos, mira al cielo y suspira. Carricoches, pirulís, maní revirao, el sufrimiento en do mayor. Y un montón de analistas dispuestos a apropiarse de tu opinión baldía. ¿Y tú qué opinas? Tengo una pregunta pa Rachinger, viene la papa, pasa un tío por la calle a paso de horquilla, encontrarás cabrones.
Peca Pepe el Roñoso de rácano, hermano mayor de la cofradía del puño cerrado, y produce risa, o no, conocer los patrocinadores: La Gloria, como no podía ser menos. dulces de muerte, y Cajasol (¡) ¡La banca de la compasión! La banca que financia despidos, eres, prejubilaciones, a cambio de salir guapa en la estampita. Una chicotá, un clavazo, encontrarás gente de cartón.
La mayor putada que puedas imaginar, en el mejor momento de tu vida. Imagina la estampa, como un cristo multimedia desafiando la avaricia, la envidia, la ambición, la mala leche reinante. Con esa mala leche, un salón de té. Vamos todos al calvario, after hour a precio de oro. Allí espera Judas el Cambembo, también conocido como Disimulator, un pecador en toda regla, cuya familia denosta por la mañana y alquila a la caída de la tarde. Judas te apuñala con cariño y luego lo justifica, inventa argumentos, da pena el patético, hace morritos, pelito repeinao patrás, pantalones de colores, traje de sospecha, zapatos castellanos, amigos de mentira, media ración de exhibicionismo y un rap por Jesucristo Wikipédico, el santo que lo vendió por fascículos y otra vez el Fariseo Fernández, con su santa esposa, gerundiando fotos. Encontrarás cabrones.