Los servicios de emergencia fueron alertados sobre un fuerte olor putrefacto que emanaba de la casa de las mujeres. Alarmados por su falta de respuesta a las llamadas, los vecinos alertaron a las autoridades la noche del viernes.
Respondiendo al informe, los agentes de la Policía de Seguridad Pública y Tránsito Municipal llegaron al lugar. Al observar desde la valla perimetral, notaron que una persona yacía frente a la puerta de la casa, y el olor desagradable confirmaba sus sospechas.
El área fue inmediatamente acordonada y se solicitó la intervención de la Fiscalía General del Estado. Luego, agentes de la Policía de Métodos de Investigación y peritos forenses llegaron para forzar la entrada a la vivienda. Una vez adentro, se confirmó que el cuerpo encontrado en estado de descomposición avanzado pertenecía a la cuidadora de la mujer discapacitada.
Al lado del cuerpo, se encontraron bolsas con productos de la canasta básica, lo que sugiere que la mujer pudo haber salido a hacer compras antes de su muerte. No se encontraron signos de violencia en el cuerpo, lo que llevó a las autoridades a concluir preliminarmente que la mujer podría haber sufrido un infarto agudo al miocardio.
De manera similar, se descubrió el cuerpo de la anciana discapacitada en las mismas condiciones que la cuidadora en el interior de la casa. Aunque aún no se han identificado plenamente a las víctimas, se mencionó que una de ellas podría ser Catalina «M».
La residencia, ubicada en la intersección de la calle Manuel José Othón y Escontría, era el hogar solitario de estas dos mujeres. Según los testimonios de los vecinos, una de las mujeres cuidaba a la otra, pero en su mayoría vivían sin compañía.
Las autoridades están a la espera de la llegada de los familiares, quienes viven fuera del estado, para confirmar la identidad de las víctimas. Mientras tanto, los cuerpos de las mujeres han sido trasladados al Servicio Médico Legal, donde se realizarán los procedimientos correspondientes para determinar la causa precisa de sus fallecimientos.