Ahora que no tenemos a uno de nuestros autores favoritos por nuestro país cada visita es buena para tener una charla con él. En este caso, además, habíamos sido convocados por SUMA DE LETRAS para charlar sobre su nueva novela "Sarna con gusto", la primera de una nueva trilogía en la que volveremos a encontrarnos con Ramiro Sancho, Erika Lopategui y algunos otros personajes de la trilogía anterior.
Casi todos ya habíamos estado en encuentros anteriores con César y habitualmente con encontramos en saraos como este, así que no hicieron falta muchos preámbulos.
Aunque en principio nos habían pedido que a ser posible todos fuésemos con el libro leído, alguno de los presentes no había podido todavía terminarlo, por lo que hubo que tener mucho cuidado con los spoilers y en el caso de las novelas de César no es tarea fácil.
César empezó hablándonos del porqué había elegido salirse del epicentro de todas o casi todas las novelas negras que es el homicidio o el caso de un muerto que aparece, y optar por un secuestro. En principio lo hizo por salirse de lo habitual y obligar a la cabeza a hacer otras cosas. Pensando qué otros delitos existen con los que poder crear una historia alrededor, y leyendo sobre el tema creyó que un secuestro podía dar mucho juego ya que tiene una crudeza especial por la incertidumbre que genera, tanto a familia como a la policía, sobre todo porque no se sabe cuándo termina.
Además, un secuestro genera muchas preguntas a su alrededor, ¿Dónde está?, ¿Cómo está?, hasta que se soluciona y en ellos el tiempo es una incertidumbre que juega a favor de los secuestradores y en contra de los secuestrados y de la familia. Esto es algo que le llamó mucho la atención y no sólo por el delito de la privación de libertad, en sí, sino porque no saber lo que en realidad sucede incrementa la tortura.
Cuando ya tenía claro que la novela iba a girar en torno a un secuestro empezó a buscar información y localizó las necesidades que iba a tener. A partir de ahí, se puso en contacto con ……., quien cuando le planteó la idea le comentó que no sabía donde se iba a meter, que no iba a ser fácil, sobre todo porque sabía que César no iba a elegir el camino sencillo. Ya sabemos que a César le gusta ponerse y ponernos las cosas difíciles por lo que en la medida que surge un problema no lo va a resolver de la manera fácil o lo va a sortear, sino como lo haría un Inspector de policía de verdad, encontrándose con todas las trabas con las que la policía real se encuentra en muchos casos. Además, había otro punto a tener en cuenta y era que le iba a ayudar con la documentación y le iba a contar las cosas, pero también le iba a decir lo que podía y no podía escribir, y con ese material César tenía que formar una historia real pero manteniendo los límites que no podía cruzar.
En la historia nos vamos a encontrar dos líneas de investigación; una la de Sancho que parte del propio secuestro, yendo hacia atrás tratando de reconstruir y viendo quien está interesado en secuestrar, abriendo ahí distintos focos de atención, y luego está la propia negociación, donde estaba el punto crítico, por las distintas formas en las que se puede actuar teniendo en cuenta el tipo de secuestro, y ahí estaba otro de los inconvenientes, debido a las famosas líneas rojas. La novela perdería una parte importante del proceso argumental, de la tensión que debería existir a lo largo de la novela, si esto no estaba bien trabajado. Aquí llegó el momento de ver lo que se podía contar y lo que no, se separó y a partir de lo que se podía contar vio que podía salir una buena novela, y con todos esos ingredientes se puso a trabajar en el argumento y de ahí salió SARNA CON GUSTO.
Sarna con gusto ha sido como la presentación, para que nos acordemos de Sancho, aunque es un Sancho totalmente distinto, ha evolucionado y lo seguirá haciendo, una evolución consecuencia de todo lo que le ha pasado.
Después de Khimera y todo el esfuerzo que le había costado, César nos comentó que le había gustado volverse a encontrar con Sancho, resultando para él un proceso medicinal volver a este personaje, a Valladolid y volver a lo tangible.
Nos confesó que la idea de que sea la Congregación de los Hombres Puros el hilo conductor viene de toda la información que tiene de la investigación que realizó para crear el personaje de Carapocha en Dies Irae,y que ya utilizó al realizar el spin of como compensación a Armando Lopategui y sabía que con todo eso tenía que hacer algo.
También nos contó que cuando acabó estaba contento porque seguía la línea de la trilogía anterior, además una vez que el lector la ha tenido en sus manos lo está mucho más por la aceptación que está teniendo, aunque los augustistas echen de menos a Ledesma.
Aún así, nos anunció que esta trilogía va a ser distinta, su estructura no tiene nada que ver con la de la anterior, es mucho más compleja, y a nivel de conjunto es bastante más ambiciosa, y sí le preocupa algo en cuanto a las posteriores entregas: que aunque la experiencia de lectura sea buena el lector no encuentre lo que espera leer.
Cerramos con el notición de que esta trilogía (Refranes, canciones y rastros de sangre), junto con la anterior (Versos, canciones y trocitos de carne), Khimera y otra novela que irá en la línea de Khimera formarán un todo, un mundo en el que si las has leído todas comprenderás muchas más cosas a pesar de que cada trilogía o Khimera en este caso sean totalmente cerradas entre ellas.
Con esto pasamos a las fotos y dedicatorias.
Una vez más, agradecer a SUMA DE LETRAS que hiciera posible el encuentro, a César por prestarse siempre a ello y por la agradable charla y quedamos muy atentos a la publicación de la siguiente entrega.